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Los campamentos de verano se ponen verdes

Las actividades de la asociación YMCA aúnan diversión y educación ambiental

MARTA DEL AMO

e_SDLqIt's fun to stay at the YMCA!' ('¡Es divertido estar en la YMCA!'), cantaba Village People en 1978. Si aquel tema ya aseguraba que la oferta de la asociación juvenil internacional YMCA es una de las mejores opciones para disfrutar del verano, hoy también es, además, fuente de aprendizaje sobre el medio ambiente y la conducta sostenible. Desde hace 25 años, esta ONG propone campamentos de verano para niños y jóvenes de 6 a 17 años en entornos privilegiados de la naturaleza. 'Queremos que los chavales no sólo escuchen el discurso medioambiental, sino que participen en él', explica el responsable del proyecto, Pedro Fueyo.

Los campamentos Ponte Verde cuentan con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Además de cofinanciar el proyecto, la entidad 'aporta personal con formación medioambiental y, sobre todo, adecuado para trabajar con niños y jóvenes', explica Fueyo.

Durante el mes de julio, la ONG desarrolla tres campamentos en lugares diferentes de la geografía española. Uno de ellos tiene lugar en Oto (Huesca), en una zona privilegiada a las puertas del parque nacional de Ordesa. 'El entorno natural nos ayuda mucho a transmitir los valores medioambientales a través de la participación', señala el responsable del proyecto.

Algunas de las actividades incluyen identificación de fauna y flora, en las que los participantes deben reconocer las especies del paisaje. 'Se puede extraer mucho conocimiento de un simple paseo por el campo, si aprendes a fijarte en lo que te rodea', afirma Fueyo, 'y los niños responden estupendamente a este tipo de actividades', añade.

Además del conocimiento sobre la naturaleza que los campamentos aportan a los niños, las actividades también están destinadas a crear hábitos de consumo responsable y conciencia medioambiental. Otro de los talleres consiste en explicar a los participantes cuál es su emisión media de CO2 en función de su estilo de vida, lo que en palabras de Fueyo se traduce en demostrarles 'cuál es el impacto de su comportamiento sobre el planeta'.

Otro de los campamentos Ponte Verde se desarrolla en la localidad de Priego (Cuenca), en turnos sucesivos de diez días hasta el 30 de agosto. Entre las actividades, los niños fabrican sus propios contenedores de reciclaje y aprenden qué tipo de residuo debe depositarse en cada uno. 'Así los niños pueden convertirse en agentes de cambio y transmitir el mensaje de la responsabilidad ambiental', agrega Fueyo.

Otra actividad es una visita a una granja escuela para comprender los procesos agrícolas y ganaderos. También se acude a un huerto donde se practica la agricultura ecológica. 'El medio ambiente es un aspecto transversal de la vida que puede resultar muy enriquecedor si se enseña de forma adecuada', concluye el responsable de los campamentos.

 

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