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Claves para entender el ACTA

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

¿Qué es el ACTA?

El Acuerdo Comercial Contra la Falsificación es más de lo que dice su nombre. Los países que lo están negociando buscan establecer una serie de normas para proteger la propiedad intelectual e industrial tanto en el entorno físico como en el digital.

¿Qué países lo negocian?

EEUU, cuyo 20% del PIB viene de la exportación de su propiedad intelectual, impulsa el acuerdo. Las negociaciones las dirige el director de la USTR, Ron Kirk (en la imagen), agencia que depende directamente del presidente de EEUU. La lista la completan Suiza, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, la UE, México, Marruecos y Singapur.

¿Por qué tanto secreto?

A diferencia de otras negociaciones comerciales multilaterales como la Ronda de Uruguay o los Acuerdos del GATT, el ACTA nació en secreto y, sólo con la presión ciudadana y política, los negociadores han tenido que hacerlo público ahora. En enero de 2009, ante una petición legal de publicación de las negociaciones, el Gobierno de EEUU se negó. Dos meses después, ya con Barack Obama en el poder, clasificó el ACTA como 'material secreto de seguridad nacional'.

Sin embargo, las filtraciones en Internet de borradores tuvieron el efecto contrario al perseguido con la discreción. Los oscuros detalles provocaron la alarma entre los internautas. En marzo pasado, 633 europarlamentarios contra sólo 13 votaron por la transparencia que ha permitido conocer el borrador de ayer.

¿Qué productos se busca proteger?

Uno de los objetivos del ACTA es la persecución de la piratería transnacional a gran escala. Aunque se trata sólo de un borrador, las autoridades aduaneras podrán interceptar y confiscar material supuestamente falsificado en los puertos y aeropuertos de entrada sin necesidad de denuncia por parte del propietario de los derechos.

En cuanto a la violación de los derechos de propiedad intelectual en Internet, el borrador no menciona medidas punitivas concretas contra los internautas. Pero, de acordarse tal como está ahora, las operadoras también tendrán que hacer de vigilantes de sus redes. La legislación actual exime a los proveedores de acceso a Internet (ISP) de responsabilidad sobre lo que circula por sus redes y sólo se interviene en caso de orden judicial.

Sin embargo, en EEUU, basta una notificación de un propietario de un derecho al ISP para que este retire el contenido denunciado o repercuta el aviso sobre el usuario. Este es el modelo que los activistas temen que se extienda a todo el mundo.

¿Qué otras medidas prevé?

Aunque han pasado desapercibidas, el ACTA prevé otras medidas. Además de proteger las patentes, el acuerdo busca que la grabación en los cines, que es un delito federal en EEUU, sea perseguible penalmente y no sólo por la vía civil. También busca declarar ilegal burlar cualquier sistema tecnológico de protección anticopia. El intercambio de archivos será legal siempre que no haya ánimo de lucro.

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