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Cocodrilos enanos se vuelven naranjas al hacerse trogloditas

Cocodrilos en mejor forma

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Un ejemplar de cocodrilo enano capturado dentro de la cueva y que presenta una color anaranjado en su piel. /Olivier Testa

En medio del bosque tropical se encuentran las alejadas cuevas de Abanda en Gabón (África), en una zona que bordea la laguna Fernan Vaz. Es aquí donde hace unos diez años el médico Marco Marti, que ejerce en zonas de conflicto, y Claude Werottes, agente forestal, vieron en su interior cocodrilos enanos (Osteolaemus tetraspis), cuyo estado es vulnerable según la Lista Roja de Especies Amenazadas.

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“En realidad es muy raro encontrar a una población de una especie que utiliza las cuevas casi a tiempo completo", dice Shirley

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El estudio, publicado en African Journal of Ecology, presenta la primera observación de estos animales en un ecosistema cavernícola al que han llegado en busca de un alimento diferente pero abundante: murciélagos y grillos de las cuevas. Los cocodrilos del exterior depredan sobre todo crustáceos de agua dulce e insectos, pero nunca presas trogloditas.

Diferencias entre un ejemplar cavernícola con tonalidades naranjas (izquierda) y uno que habita en superficie (derecha). / Olivier Testa

Cocodrilos en mejor forma

Los científicos liderados por Shirley analizaron el régimen alimentario de estos individuos para evaluar su grado de aislamiento ecológico respecto a los cocodrilos de la jungla. Los resultados demuestran que los cocodrilos enanos jóvenes que viven en las cavernas presentan mejores condiciones físicas que los otros, “aunque las diferencias no son estadísticamente significativas para los adultos”, recalca el trabajo.

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“Están más protegidos de los cazadores, y la alimentación es abundante y fácil de capturar. Además, la temperatura es constante y cálida”, subraya Testa

“Están más protegidos de los cazadores, y la alimentación, sobre todo murciélagos, es abundante y fácil de capturar. Además, la temperatura es constante y cálida”, indica el espeleólogo francés.

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