Este artículo se publicó hace 17 años.
Colón viaja al espacio
Está previsto que el laboratorio Columbus de la ESA parta hoy en el transbordador Atlantis con destino a la ISS
El lanzamiento del transbordador Atlantis desde Cabo Cañaveral (EEUU) está previsto para hoy (a las 10:31, hora peninsular española). En sus bodegas llevará a la Estación Espacial Internacional (EEI) el módulo Columbus, un laboratorio que será como una diminuta isla europea en el espacio, dedicada a la ciencia. La llegada del Columbus a la EEI convertirá a la Agencia Europea del Espacio (ESA) en propietaria. Hasta ahora, la ciencia europea debía alquilar módulos de EEUU o Rusia para sus
ensayos.
El director de Comunicación y Educación en España de la ESA, Javier Ventura, explica: “La nueva situación permitirá realizar experimentos en continuidad; así se podrán desarrollar algunos que requieren varios meses de seguimiento y que antes no eran posibles”. La incorporación del Columbus permitirá además que astro-nautas europeos participen en la tripulación permanente de la EEI, algo imposible hasta ahora. Con el nuevo módulo, Europa tendrá derecho a un 8,3% del tiempo de ocupación de la Estación.
El primer astronauta que goce de este nuevo estatus será el francés Leopold Eyharts, que forma parte de la tripulación de esta misión del Atlantis. Se quedará en la Estación dos meses y medio, para comenzar con los primeros experimentos.
Participación española
En el Atlantis, partirá hacia la EEI un experimento español, denominado Tribolab. Este laboratorio de tribología, desarrollado por el Instituto de Técnica Aeroespacial (INTA) y la firma Tecnalia Aerospace, tiene como objetivo probar lubricantes diseñados para funcionar en un entorno difícil como el espacio. La industria aeroespacial será la primera beneficiada por las aplicaciones de estos lubricantes, pero, como explica el Jefe del Área de Estructuras y Mecanismos del INTA, Ramón Fernández, “no sería la primera vez que los resultados de la investigación en el espacio encuentran utilidad en nuestra vida cotidiana”.
El INTA trabaja en varios proyectos para el Columbus. El más importante es el picosatélite Optos. Este pequeño equipo –de unos tres kilos– llegará al laboratorio espacial en 2008 ó 2009 y desarrollará experimentos en los campos del magnetismo, la óptica y la radiación. Optos es un satélite de bajo coste y reducido tiempo de desarrollo que pretende convertirse en una forma fácil de hacer ciencia en el espacio.
Obstáculos
El nuevo módulo, con un coste superior a los 700 millones de euros, es la mayor aportación de la ESA a la EEI. Las esperanzas depositadas en él son enormes, pero el proyecto deberá hacer frente a importantes retos. Los recortes en el programa de transbordadores de la NASA tras el desastre del Columbia han mermado el principal medio de transporte para astronautas. En la EEI pueden trabajar ahora sólo tres
astronautas, cuando la previsión inicial era de siete, y las constantes labores de mantenimiento que requiere la EEI dejan poco tiempo para la ciencia a los astronautas. Según Nature, sólo podrán dedicar entre 15 y 20 horas cada seis meses a los experimentos europeos. Muchos ensayos biológicos y médicos tendrán que esperar a 2009, cuando la tripulación de la EEI se duplique.
Ventura no cree que esto vaya a ser un obstáculo insalvable. “En el caso de los experimentos europeos, la mayor parte del trabajo se realiza en Tierra. En el Columbus muchas de las tareas serán automáticas y la presencia de los astronautas será ocasional”.
A partir de 2010, EEUU tiene previsto acabar con el programa de transbordadores y en 2015 caducan los acuerdos internacionales que sostienen la EEI. La ESA, sin embargo, ha previsto seguir trabajando en el Columbus, al menos, hasta 2018. “Las negociaciones internacionales siempre han sido complicadas, pero al final siempre hemos llegado a algún acuerdo”, indica Ventura. La respuesta a las dudas planteadas dependerá de la calidad de los resultados que proporcione en los próximos años el laboratorio que hoy está previsto lanzar hacia la EEI.
Un nuevo carguero espacialEl laboratorio Columbus supondrá un primer paso hacia la autonomía de Europa en la EEI, el carguero espacial Julio Verne, el segundo. El vehículo, conocido como ATV (Automated Transfer Vehicle) por sus siglas en inglés, llevará una vez al año 7,5 toneladas de material a la EEI. Cuando dentro de unos meses esté listo, este sistema permitirá a Europa contar con un sistema personal de transporte. El ATV tendrá capacidad además para levantar la órbita de la EEI, que pierde altura a causa de la fricción con la atmósfera. Después de realizar su tarea, el carguero se llenará de nuevo con deshechos de la EEI y se lanzará contra la atmósfera terrestre para desintegrarse.
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