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El corazón de Apple se para

CHRISTIAN GONZÁLEZ

El corazón de la manzana se paró. Steven Paul Jobs, fundador de Apple y creador de productos como el Mac, el iPod, el iPhone o el iPad, ha fallecido este jueves a los 56 años, a causa de un cáncer de páncreas que le obligó, el pasado mes de agosto, a dejar la máxima responsabilidad en la compañía en uno de sus mejores momentos.

Calificado por muchos como el Edison del siglo XXI, lo cierto es que supo como nadie llevar el mundo de los ordenadores a millones de hogares. Comenzó su andadura a principios de los 70, el garaje de la casa de sus padres y construyó, con un obsesivo control de hasta el más mínimo detalle de sus productos, una de las empresas con mayor valor en bolsa del mundo y uno de los referentes más icónicos en el universo empresarial.

La compañía norteamericana ha confirmado la noticia mediante un comunicado en su web. 'La brillantez, la pasión y la energía de Steve fueron la fuente de incontables innovaciones que enriquecen y mejoran nuestras vidas. El mundo es enormemente mejor debido a Steve', versa la nota. Además invitan a los internautas a dejar un mensaje de condolencia en una dirección de e-mail: rememberingsteve@apple.com.

Jobs había superado un tumor de páncreas en 2004 y un trasplante de hígado. Pese a una mejoría inicial, en sus apariciones públicas cada vez se le veía más delgado. Finalmente, el pasado 25 de agosto anunció que abandonaba la máxima dirección de la compañía. Precisamente, este martes su sucesor, Tim Cook, presentó el iPhone 4S en su primera keynote como nuevo máximo responsable.

Tras el anuncio del fallecimiento, una oleada de reacciones ha recorrido Internet. Desde el presidente de EEUU, Barack Obama, a millones de usuarios anónimos en Twitter. En la red social 'Rip Steve Jobs' es trending topic, pero además hay decenas de referencias y hashtags referidos al deceso: RIP Steve Jobs, Thankyousteve, iSad...

En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama rindió homenaje a alguien 'entre los más grandes de los innovadores estadounidenses, lo suficientemente valiente para pensar de modo diferente, lo suficientemente osado para creer que podría cambiar el mundo y con el talento necesario para conseguirlo'.

Mac, iPod, iPhone, iPad... son productos que han marcado los hábitos de consumo y de entretenimiento de varias generaciones, salidos de una mente con una personalidad 'diferente', como presumía una de las campañas más celebradas de Apple.

Jobs controlaba hasta el último detalle en todo lo que salía de Apple

Los que lo conocieron hablan de un Jobs que controlaba hasta el asunto más nimio de los productos de Apple, como relata Jay Elliot -ex vicepresidente de la compañía- en el libro 'El camino de Steve Jobs'. Aunque no tenía un perfil técnico, es sabido que Jobs era inflexible con sus trabajadores y que no había impedimentos que le apartaran de sus pretensiones.

Si quería un teléfono con un único botón daba igual los peros de los ingenieros. Los libros de diferentes personas que han trabajado con él le recuerdan hasta un punto déspota, como es el caso de John Sculley -ex consejero delegado de Apple- quien describe en 'De Pepsi a Apple' varios encontronazos con trabajadores a los que presionaba enormemente.

Sculley también narra un detalle que ejemplifica muy bien la autoconfianza de Jobs en lo que hacía. Sculley, entonces máximo responsable de la división de bebidas de PepsiCo recibió la invitación de Jobs a trabajar en su empresa. Ante las reticencias iniciales de un ejecutivo que tenía una enorme proyección en una empresa tan consolidada como Pepsi y tras varias reuniones infructuosas, Jobs le espetó: '¿Quieres vender agua azucarada toda tu vida o quieres cambiar el mundo?'. No hace falta decir que Sculley se unió a Apple.



El cofundador de Apple simboliza como pocos el sueño americano que con el tiempo se ha transformado en el sueño de las start-ups. La empresa informática que comienza de la nada, literalmente en el garaje de una casa, para convertirse en una de las empresas más cotizadas del mundo. Junto a Steve Wozniak -Woz- y algunos amigos comenzó en un mercado que no existía. De sus reuniones como aficionados en el Homebrew Computer Club dieron paso a la venta por correo de su primer ordenador, el Apple I. De ahí a la primera inversión exterior. Mike Markkula aportó 250.000 dólares y se fundó oficialmente Apple Computer. El resto es historia.

'iPod' es hoy día la palabra genérica para definir un reproductor de mp3 Lo que es hoy esa compañía lo resumió Tim Cook el pasado martes:  58 millones de usuarios de Mac en todo el mundo, más de 300 millones de iPods vendidos, el iPhone es el smartphone más vendido del mundo, tres de cada cuatro tablets vendidos son iPad...

Por diferencias con el resto de la dirección de Apple, Jobs fue expulsado de la compañía en 1985. Volvió una década después a una Apple casi en la ruina. La revista Bussines Week llegó a publicar una portada titulada 'La caída de un icono americano'. Pero de nuevo, las frescas ideas de Jobs, relanzaron la empresa, comenzando por el iMac, el primer ordenador con un diseño revolucionario.

'IPod' es hoy día la palabra genérica para definir un reproductor de mp3, como en su día lo fue el Walkman de Sony; las tablets son la última tendencia para conectarse a la Red. Pero no sólo Jobs revolucionó el mundo de los gadgets tecnológicos, también reinventó el mundo multimedia con su programa iTunes, que supuso un nuevo concepto de comercialización de música y vídeos a través del ordenador.  

En el caso de Jobs la mayor contribución que se le recordará será haber visto cómo las personas normales podían usar la informática. Fue uno de los primeros en ver como la interfaz gráfica de usuario (las ventanas y el ratón con las que ahora manejamos los ordenadores) revolucionaría la informática sacándola del las universidades y los despachos y llevándola a las casas. El Macintosh fue una de las primera computadoras pensadas para el hogar con un diseño que se alejaba a lo conocido hasta entonces.

Pero no debe olvidarse el resto de aventuras empresariales que llevó a cabo. En 1986 compró por 10 millones una empresa de animación llamada The Graphics Group, que pasaría a llamarse Pixar. La compañía daría lugar a éxitos de taquilla de la talla de Toy Story (la primera película completamente hecha por ordenador), Bichos, Buscando a Nemo, Cars...

Jobs vendería Pixar a Disney por 7.400 millones de dólares convirtiendose en el mayor accionista particular (con el 7%) de la mayor compañía de entretenimiento del mundo. Su otra gran aventura fue la creación de NeXT Computer, un sistema informático con el que Tim-Berners Lee crearía nada más y nada menos que el primer servidor de la Word Wide Web.

Hoy Internet llora la pérdida de un emprendedor y visionario, como él solía decir de sus productos, 'insanely great', increíblemente brillante.

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