Este artículo se publicó hace 13 años.
Créditos a empresas sustituyen a los científicos en el Príncipe Felipe
Investigadores del centro critican que la Generalitat Valenciana aporte un préstamo de 340.000 euros para un nuevo proyecto tras despedir a 95 trabajadores en un ERE
El martes, el consejero de Sanidad del Gobierno valenciano, Luis Rosado, volvió a pisar el centro de investigación en el que llevó a cabo un ERE con más de 100 despidos y 14 líneas de investigación canceladas. Durante una rueda de prensa a la que asistieron algunos de los investigadores destituidos, Rosado presentó Future Clinic, un nuevo proyecto de medicina personalizada en el que el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) tendrá un papel protagonista y que será financiado con préstamos públicos a empresas.
"El objetivo de Future Clinic es encajar los datos genómicos en el historial electrónico de un paciente", explicó ayer a este diario Joaquín Dopazo, impulsor del proyecto y jefe de Bioinformática y Genómica del CIPF. En un futuro, esos datos podrían alertar a los médicos de la predisposición a ciertas dolencias de un paciente o indicar qué fármaco es el más apropiado para tratarle. Esto podría suceder en Valencia "en tres o cuatro años", dijo Dopazo, que sin embargo apunta que el proyecto está aún en fase de "prueba".
Future Clinic tendrá una financiación "de 340.000 euros aportados por la Consejería de Industria", explicó Dopazo. El capital lo forman "préstamos a empresas informáticas como Indra o Bull y serán estas las que paguen el desarrollo del proyecto", explica el científico. A su cargo tendrá, por ejemplo, a dos empleados de Bull que contribuirán a desarrollar el software capaz de incluir los datos genéticos en el historial clínico. La aportación de la Consejería de Rosado será "más cualitativa que cuantitativa, aportando recursos propios", según explicaron ayer fuentes de Sanidad. En el consorcio de Future Clinic participan las empresas citadas, así como fundaciones de la Generalitat.
Hasta la fecha, la mayor parte de la financiación del CIPF la aportaba Sanidad en forma de subvenciones, y los problemas del centro llegaron cuando estas partidas comenzaron a menguar. En 2009 la subvención era de 9,8 millones de euros y, en 2011, bajó hasta los 4,6 millones, un descalabro que forzó un ERE en el que Sanidad quería cancelar las líneas de investigación no prioritarias.
"Huida hacia delante"Fue el primer ERE en un centro de I+D en Europa, según Rafael Pulido, expresidente del comité de empresa, hoy despedido junto a nueve de los diez investigadores que tenía a su cargo en el laboratorio de Biología del Cáncer. El proyecto presentado por Rosado "es una huida hacia adelante", explica Pulido.
Algunos científicos cuyas líneas de investigación sí pasaron la prueba del ERE son también críticos con el proyecto presentado el martes. "Es una cortina de humo", explicó ayer Deborah Burks, que dirige uno de los laboratorios de medicina regenerativa en el CIPF. "Hoy día secuenciar todo el genoma no tiene sentido porque no lo entendemos", señala la investigadora. Para Burks, "sería mejor dedicarlo a investigación básica para comprender mejor el genoma, y esos 300.000 euros son suficientes para mantener seis líneas de investigación", resalta.
Dopazo contesta que el suyo "no es un proyecto vacío y que tiene una base científica muy sólida". Su equipo llevaba pidiendo financiación desde 2010. La idea era incluir dos proyectos piloto, uno de leucemia y otro de cáncer de mama, pero al final se tuvo que conformar con el primero. "Yo sólo intento mantener una actitud práctica", señala.
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