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La década del MP3

La venta de reproductores de música digital, que cumplen 10 años, se ha multiplicado por más de 200. Estos dispositivos han revolucionado la forma de escuchar canciones

BLANCA SALVATIERRA

Los más jóvenes sólo han conocido el éxito de Apple y su iPod, y llegan a utilizar estas palabras como sinónimo de reproductor MP3. Pero antes del popular dispositivo blanco hubo otros muchos, y de gran éxito. Este mes se cumplen 10 años del anuncio del primer reproductor MP3 y en esta larga historia han participado muchos actores que han revolucionado para siempre la industria musical y la forma de consumir y escuchar canciones. Y es un mercado que no deja de crecer: pasó de 850.000 unidades vendidas en 1999 a las 200 millones de 2007.

El MPMan de la compañía coreana Saehan Information Systems inició el camino de la música portátil, aunque no fue él quien se colgó las medallas en cuanto a ventas. Con 32 MB de memoria flash (el equivalente a unas ocho canciones), se conectaba al ordenador a través del puerto paralelo, un sistema ahora rudimentario pero que era el estándar en 1998. Comercializado en el verano de ese año por 250 dólares, Saehan se vio obligado a reducir su precio a 200 dólares cuando la compañía Diamond Multimedia lanzó el que sería su único competidor durante un tiempo, el Rio PMP300, que ya se comercializó a ese precio en septiembre y que además contaba con una ranura para tarjetas Smart Media que ampliaba su capacidad.

Pero el Rio PMP300 no obtuvo el éxito sólo por sus méritos. Contó con dos aliados excepcionales: Napster, un programa de intercambio de archivos P2P que iniciaría la revolución en abril de 1999; y la industria discográfica americana, que queriendo frenar este dispositivo le hizoel mayor favor.

Apenas un mes después del lanzamiento del reproductor de Diamond, la RIAA, la asociación de la industria discográfica de EEUU, pedía que fuera retirado del mercado argumentando que este MP3 con aspecto de walkman facilitaba la piratería de la música digital, pero los tribunales no le dieron la razón. La sentencia hacía referencia a que ni el dispositivo ni la empresa que lo había creado eran responsables de lo que los usuarios hicieran con él. Mientras la RIAA apelaba y perdía por segunda vez, algunos artistas como David Bowie o Prince ya se habían animado a lanzar canciones en este formato. El huracán ya había comenzado.

En 1999, otras empresas se lanzaron a comercializar estos dispositivos con un almacenamiento de 64 MB o, lo que se anunciaba con expectación como “dos horas de música ininterrumpida”. Algunos fabricantes ya anunciaban el salto a los 128 MB, pero sería en octubre de 2000 cuando apareció el que revolucionaría los reproductores MP3 en cuanto a capacidad. Creative lanzó D.A.P. Jukebox que, con disco duro de 6 GB y el tamaño de un discman, se convirtió en una opción idónea para los que querían digitalizar su discoteca.

Un año más tarde vería la luz la primera versión del iPod, la gama que ha superado las 150 millones de unidades vendidas. No sería hasta la segunda generación de sus iPod cuando Apple consiguió el éxito que se le conoce hoy. De hecho, el mayor salto en cuanto a ventas de reproductores MP3 se produjo entre 2004 y 2005, pasando de vender 26,4 millones de unidades a 140, según datos de in Stat e IDC. A finales de 2005, una de las compañías pioneras, Diamond Multimedia, anunciaba su adiós en un saturado sector de reproductores MP3, dejando en su haber auténticas joyas de diseño.

 

El inventor del ‘walkman’ y el ‘minidisc’ mantuvo en principio su apoyo a su propio formato comprimido

Sony era el rey indiscutible de la música portátil cuando irrumpieron los reproductores MP3. En formato analógico, con sus walkman (el primero apareció en 1979), y digital, con el minidisc. La historia apunta a que el fabricante nipón mantuvo su apuesta por el minidisc, que no obtuvo el éxito esperado ni en EEUU ni en Europa (aunque sí triunfaba en Japón). Sony también creía en su tecnología propietaria ATRAC (lanzada en 1992), un algoritmo de codificación de audio alternativo al MP3 aún válido en sus reproductores, en diferentes versiones. Su primer reproductor MP3 fue el Sony MusicClip de 64 MB, que llegó a Europa ya iniciado el año 2000. Pese a su recelo inicial, la compañía dispone en este momento de varios modelos MP3 y apuesta también por la música portátil a través de los teléfonos SonyEricsson.

 

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

Antes de que se fabricara el primer reproductor MP3 tuvo que inventarse el formato MP3. En julio de 1995, el joven doctorando alemán Juergen Zeller envió a sus compañeros del Instituto Fraunhofer de Circuitos Integrados un correo electrónico que decía: “Éste es el abrumador resultado de nuestra encuesta: todos han votado por .mp3 como la extensión del ISO MPEG Audio Layer 3...” Aquel grupo de ingenieros acababa de bautizar al formato que cambiaría el mundo del consumo musical.

El MP3 era una nuevo método de comprimir y descomprimir el sonido digital. Cada minuto de una canción en formato audio CD ocupaba 10 megabytes. El nuevo sistema de codificación lo reducía a 1 MB. Para conseguirlo, el codec MP3 reduce el archivo original, eliminando partes que el oído humano medio no percibe. El sonido (y la música) ocupa una serie de frecuencias; las más bajas y las más altas escapan a la percepción humana.

Este hecho físico permitió a los investigadores del Instituto Fraunhofer crear un algoritmo matemático para comprimir el sonido, de modo que ocupara la décima parte de su tamaño original, minimizando la pérdida de calidad.

En realidad, el formato desarrollado por los ingenieros alemanes aprovechó la investigación de otros muchos técnicos y empresas que, como Thomson, AT&T o Philips, aportaron avances previos.

Aunque los grandes nombres de las industrias musical y tecnológica fueron escépticos con el formato MP3, pronto vieron su error. Ya en 1994 había aparecido un aparato que codificaba y descodificaba usando este formato. Y los usuarios ven pronto en él una forma sencilla de reducir el tamaño de sus canciones para compartirlas por Internet. En 1997 hacía su aparición el Winamp, un programa que reproducía música MP3. La contratación de conexiones de banda ancha se dispara. Al fin, en 1998, a una empresa coreana se le ocurre fabricar el MP Man, el primer reproductor portátil MP3. 

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