Cuando en 1925 un grupo de universitarios pertenecientes a la Residencia de Estudiantes del CSIC participó en una pequeña carrera de atletismo de tres kilómetros, no podía imaginarse que parte de su recorrido sería utilizado más de 50 años después para llevar a cabo otra prueba: la Carrera Internacional de la Ciencia.

El cumpleaños de este evento coincide con el Año Internacional de la Biodiversidad. La prueba, en cuya organización ha colaborado la Fundación Biodiversidad , será uno más de los instrumentos para sensibilizar a la población sobre este asunto.

La carrera consiste en un recorrido de ida y vuelta de la sede del CSIC, en la calle Serrano de Madrid, hasta la Puerta del Sol. Este trayecto de diez kilómetros se recorre desde 1979, así que mañana celebra su 30 aniversario. 'Tuvo lugar en plena Transición, cuando tanto la ciencia como el deporte pudieron empezar a salir a las calles', explica a Público el director de la carrera, Carlos Cisneros. 'Fue un evento sociopolítico', añade.

En aquella ocasión la prueba 'estaba cerrada a funcionarios de la institución científica y contó con unos 200 participantes', explica Cisneros. Desde entonces, el nivel de participación ha aumentado hasta los aproximadamente 8.000 corredores que se inscribieron el año pasado. En estos años la prueba ha adquirido el carácter internacional según las reglas de la Real Federación de Atletismo y se ha incluido dentro de las Pruebas en Ruta oficiales de atletismo.

'El evento cuenta con la participación de algunos científicos de renombre', asegura Cisneros. El premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica español Ginés Morata 'suele ser un fijo', añade. Así, investigadores y ciudadanos anónimos se convertirán mañana en altavoces de la biodiversidad y de la propia ciencia.