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La endogamia contribuyó a la extinción de los neandertales que habitaron en Asturias

Tres posibles explicaciones

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La endogamia contribuyó a la extinción de los neandertales que habitaron en Asturias. /CSIC

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Los neandertales vivían en pequeños grupos, relativamente aislados y con una baja diversidad genética, según indica un nuevo análisis de restos óseos hallados en la cueva de El Sidrón (Asturias). El trabajo, dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista PLOS ONE, apunta a que la alta incidencia de anomalías congénitas en la primera vértebra cervical, llamada atlas, junto con la retención de caninos de leche, puede ser resultado de la endogamia en el grupo de neandertales que habitó en dicha cueva.

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“Las anomalías congénitas han sido halladas en dos de los tres atlas recuperados en el yacimiento de El Sidrón", declara Rosas

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“En la práctica clínica el hallazgo de este defecto del atlas es casual en la mayoría de los casos, y se suele producir por pruebas de imagen médica (radiografías, tomografía axial) solicitadas por ejemplo por traumatismos en la región cervical”, añade Luis Ríos, primer firmante del artículo y científico del MNCN.

Tres posibles explicaciones

¿Cómo se explica la presencia de dos de estas anomalías congénitas de baja frecuencia en un grupo neandertal tan reducido? “Hay tres posibles explicaciones”, señala Antonio Rosas. La primera es que esta anomalía congénita tenga una base genética y la alta frecuencia indique que estos dos individuos neandertales son familiares. Esta interpretación casa con los estudios genéticos realizados en El Sidrón, en los que se deducen relaciones de parientes entre los individuos del grupo.

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"A lo largo del tiempo, la endogamia puede generar un aumento en la frecuencia de pequeñas variantes y anomalías congénitas del esqueleto", dice el científico Luis Ríos

“A lo largo del tiempo, la endogamia puede generar un aumento en la frecuencia de pequeñas variantes y anomalías congénitas del esqueleto (como transposición de dientes, defectos vertebrales como las dehiscencias del atlas, costillas cervicales), y una mayor frecuencia de estas anomalías se ha observado por ejemplo en poblaciones humanas isleñas o localizadas en zonas aisladas”, detalla Ríos. Incluso en la biología de la conservación estas anomalías se pueden emplear como indicadores de endogamia en zonas de repoblación de fauna.

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