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España no encuentra su sitio en el espacio

La división de las competencias espaciales entre ministerios ocasiona desencuentros dentro del Ejecutivo

NUÑO DOMÍNGUEZ

España ha dejado plantados dos veces a sus socios europeos en cumbres internacionales sobre exploración espacial. Una fue en 2009, durante la Primera Conferencia Internacional sobre Exploración Espacial, en Praga, y la segunda se consumó el viernes en Lucca (Italia), donde sí estuvieron presentes 29 países, incluyendo a la mayoría de miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como a grandes potencias espaciales como EEUU, Rusia, Japón o China.

La ausencia de delegados españoles en el encuentro impidió que el país pudiese representar a nivel político su visión sobre la exploración espacial en una cumbre que fue tildada como 'un hito' por sus organizadores, la Comisión Europea, la ESA, y el Gobierno de Italia, presidenta de turno de la UE.

La ausencia de España fue comentada por Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA, quien quiso quitarle hierro al asunto. 'No han venido porque hay elecciones, es comprensible y estoy seguro de que España asistirá a la próxima', explicó Dordain a este diario el viernes, tras participar en la Tercera Conferencia Internacional sobre Exploración Espacial. 'Nadie quiere moverse con el cambio que se prevé', coincidían el pasado lunes fuentes del sector espacial español.

Italia, uno de los organizadores, sí estuvo presente en el encuentro aunque su Ejecutivo estaba a punto de disolverse. 'Creo que este es un encuentro histórico a nivel político debido a la participación de prácticamente todos los operadores espaciales del mundo', explicó el viernes Giuse-ppe Pizza, vicesecretario de Estado de Educación, cuyo ejecutivo estaba el viernes a punto de irse a pique.

España no envió delegados a la reunión internacional de Lucca (Italia)

La cumbre de Lucca era continuación de las celebradas en Praga en 2009 y en Bruselas en 2010. El encuentro en Italia fue bautizado como primera reunión de la Plataforma Internacional de Alto Nivel sobre Exploración Espacial, ya que su objetivo era 'establecer un nuevo mecanismo para discutir sobre el espacio a un nivel político', según explicaron los organizadores del evento.

China envió nueve delegados, incluido un viceministro, y EEUU tuvo cinco representantes, incluyendo uno del Departamento de Estado, el equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores español.

Allí estaban también los países que lideran el sector espacial europeo y la financiación de la ESA como Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. España, cuya aportación es la quinta mayor entre los 18 miembros de la ESA, no envió ni un solo delegado. No fue ese el caso de países con contribuciones mucho menores, como Finlandia, Suecia o Luxemburgo, que sí enviaron representantes a la cumbre.

'Esta conferencia es un hito, tal vez no decidamos cuándo se irá a Marte, pero sí es el sitio donde vamos a establecer una nueva forma de trabajar', explicaron a este diario fuentes de la organización.

Los organizadores de la conferencia de Lucca invitaron al ministro de Industria, Miguel Sebastián, según reconocieron el lunes fuentes de este departamento, que detallaron que no pudo asistir 'por problemas de agenda'.

Los plantones de España en Praga y Lucca han vuelto a poner en evidencia los problemas del Ejecutivo para coordinar las políticas y la financiación de programas espaciales.

Las competencias de representación política en este campo dieron lugar en 2008 a una disputa entre el Ministerio de Industria y el de Ciencia e Innovación (Micinn), que fue creado durante la segunda legislatura como presidente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y a cuyo mando está Cristina Garmendia.

En el centro de la polémica estaba el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), un organismo que, antes de la creación del Micinn, había dependido de Industria y que representaba a España ante la ESA. Tras la pugna de 2008, el Micinn de Garmendia logró que el CDTI quedara bajo su control.

Sin embargo, la financiación de la participación española en la ESA quedaba en el Ministerio de Sebastián. Este departamento seguía siendo además el responsable de dirigir 'programas relacionados con la industria aeronáutica y espacial, así como los demás sectores estratégicos, incluidas la representación y participación en los organismos y empresas internacionales', según la delimitación de competencias de Industria publicada en el BOE el 4 de octubre de 2010.

La representación de España dentro de la ESA también adolece de bicefalia. La delegada política ante la agencia espacial es Teresa Santero, directora general de Industria. La representación técnica sigue correspondiendo al CDTI, cuyo representante es Jorge Lomba.

Aunque nadie en la industria espacial española o el sector público lo reconoce de viva voz, este esquema de organización no gusta a casi nadie.

'Esta organización no es adecuada', explican a este diario fuentes del sector espacial público. 'La capacidad de decisión está en el Ministerio de Industria y el conocimiento en Ciencia e Innovación, y entre ambos hay una falta de entendimiento', señalan.

'No han venido porque hay elecciones', dice Dordain

En el sector privado explican que esta organización es 'perjudicial' y que 'está empañando la labor política' del Gobierno de cara a Europa y la comunidad internacional. 'Es obvio que es negativo', reconocen.

En España, el sector espacial facturó en 2010 un total de 711 millones de euros y empleó a 3.200 personas, según los datos de Proespacio, la asociación empresarial del sector espacial.

La tecnología espacial, con un fuerte componente de investigación e innovación, es uno de los mejores ejemplos de la 'economía basada en el conocimiento' que perseguía establecer la UE hasta que se le vino encima la crisis. 'Invertir en espacio es invertir en industria', dijo Dordain, jefe de la ESA, durante la reunión de Lucca. 'Hay buenas razones para invertir en espacio en tiempos de crisis, algo que ha hecho Alemania, por ejemplo', destacó.

El sector español se queja de que nuestro país está en el vagón de cola de los 12 países que más porcentaje de su Producto Interior Bruto invierten en espacio, por detrás de países como Brasil o India y socios europeos como Reino Unido o Italia.

España fue uno de los miembros fundadores de la ESA en 1975, y desde entonces, su contribución al organismo fue creciendo de forma modesta.

Industria reconoce que Miguel Sebastián fue invitado

El sector espacial fue uno de los más mimados por el primer Gobierno socialista tras las elecciones de 2004. La contribución de España a la ESA creció cada año en torno a un 15%, muy por encima de lo que ocurría con anterioridad, explican fuentes de la industria espacial. España se convirtió en 2008 en el quinto contribuyente en la ESA, un peso que venía acompañado de un número creciente de proyectos encargados a empresas nacionales.

Tras las elecciones de 2008 y la llegada de la crisis la situación cambió y, según Proespacio, la aportación española en la ESA se desplomó en 2008 y 2010, años en los que la contribución bajó un 14% y un 36%, respectivamente.

Este año, la contribución de España a la Agencia Espacial Europea ha bajado 'a niveles de 2004', según las fuentes consultadas por este diario.

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