El español que estuvo en el gulag

El estudio de la histología del cerebro en España gozó, según indica Marco, de gran reputación internacional. Por esta razón, se recibió con los brazos abiertos al médico Julián Fuster,  militante del PSUC. Éste llegó a la URSS en 1939 y, en 1946, decidió especializarse en neurocirugía en el Instituto Burdenko de Moscú. Sin embargo, este especialista fue el único de los citados en el artículo de Marco que sufrió en primera persona las atrocidades de la dictadura soviética. Por su enemistad con la dirección de los comunistas españoles, que impidieron que emigrara a México como quería, Fuster acabó siendo expulsado del Instituto Burdenko y del PSUC. En 1948, fue detenido y condenado a 20 años de trabajos forzados en un campo del  gulag, donde ejerció como cirujano. Allí, asistió a la revuelta protagonizada por los prisioneros en 1954, que se hicieron dueños del campo durante 40 días, hasta que las tropas soviéticas sofocaron el motín causando la muerte a unas 700 personas. Fuster operó hasta la extenuación. En 1959 pudo volver a España, para emigrar después a Cuba y vivir también en el Congo. Regresó definitivamente a España en 1964.