Público
Público

Un estudio muestra cómo evitar que la gripe A evolucione

La manipulación de dos genes permite frenar la aparición de nuevos virus

NUÑO DOMÍNGUEZ

La principal baza de un virus es su capacidad de cambiar para que las defensas no lo reconozcan. Cuando entra en una célula, el virus de la gripe remezcla sus ocho piezas genéticas para formar nuevas partículas víricas, algunas ligeramente diferentes. Estos cambios provocan que, cada año, la gripe sea la misma enfermedad, pero un virus diferente. La remezcla es mucho más peligrosa cuando dos gripes, por ejemplo una aviar y otra humana, comparten piezas para formar una tercera.

Ahora, un grupo de investigadores ha averiguado cómo evitar que la gripe A realice esas remezclas. El estudio, que aparece hoy en PNAS, podría dar lugar a vacunas más seguras. Todo se basa en provocar un pequeño cortocircuito dentro del virus.

Para ello, el equipo de Peter Palese en la Escuela de Medicina Mount Sinai (EEUU) se centró en dos genes claves. Uno es el que genera la hemaglutinina (la H en H1N1). Esta proteína se une a células sanas para contagiarlas y es una de las que más muta para camuflarse. El otro gen es NS, que ayuda al virus a tomar la maquinaria celular y ponerla a su servicio. Los dos genes tienen zonas responsables de codificar proteínas y otras encargadas de realizar la remezcla. Cuando los expertos intercambiaron esas dos regiones entre uno y otro gen, consiguieron un nuevo virus que podía codificar proteínas y seguir vivo, pero era incapaz de remezclar dos de sus ocho componentes. Los autores dicen que este mismo proceso puede hacerse con el resto de piezas genéticas del puzle hasta conseguir un virus incapaz de mutar. Una vez debilitado, este patógeno se podría usar en una vacuna que, de entrar en contacto con otros tipos de gripe, no daría lugar a nuevas clases.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?