Este artículo se publicó hace 16 años.
"El etiquetado será obligatorio, pero no como una advertencia"
El director Ejecutivo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, José Ignacio Arranz, explica la posición española
¿Cuál es la posición española actual con respecto a los alimentos de origen clónico?
Somos disciplinados respecto a la posición europea, lo que no impide que podamos manifestarnos cuando no estemos de acuerdo. El proceso sigue su curso normal. A mediados de año se pidió el material, y la EFSA aún está construyendo su dictamen. Una vez concluido se transmitirá a la Comisión Europea, que regulará al respecto. Lo que ocurre es que, tras la luz verde de la FDA estadounidense, la EFSA en cierto modo se ha visto obligada a hacer un gesto. De momento es un acercamiento preliminar, el evaluador aún está valorando el riesgo. La EFSA nunca ha actuado con ligereza, así que su dictamen es de enorme valor. Pero nuestra posición es ecléctica y neutral. Debemos examinar los datos en su conjunto.
¿Qué opina de la decisión de la FDA, en especial de la no obligatoriedad del etiquetado?
El consumidor europeo no es el americano, las filosofías aquí y allí son diferentes. Respeto el dictamen de la FDA, pero no tenemos por qué coincidir. No basta con el primum non nocere [lo principal es no hacer daño] y con demostrar la equivalencia nutricional de estos alimentos y los convencionales, sino que el instrumento normativo debe brindar seguridad al consumidor. La faceta de la información al usuario es fundamental. Por tanto, en España y el resto de Europa el etiquetado será obligatorio, porque el consumidor tiene todo el derecho a saber y elegir. Ahora bien, debo aclarar que el etiquetado será informativo, pero no de advertencia. Europa no va a gestionar los productos alimentarios como si fueran cajetillas de tabaco, porque sólo se comercializarán estos productos bajo totales garantías sanitarias.
En EEUU este tipo de industria ya tiene un cierto desarrollo. ¿Cuál es la situación europea?
Hay empresas de biotecnología muy potentes, por ejemplo en Suiza. Aquí la entrada en el mercado de estos productos no sería tan inminente, pero debemos adelantarnos a los acontecimientos.
Londres ha confirmado la importación de progenie clonada, y empresas de EEUU afirman que están comercializando semen congelado, sin concretar a quién lo venden. ¿Es posible que algunos productos se hayan filtrado a los comercios europeos?
De ninguna manera. Los controles son muy estrictos y rigurosos. Es posible que haya importación de material para investigación, pero no para consumo. Aunque EEUU intente exportar estos productos, Europa no quiere importarlos.
Fuentes de la Comisión Europea apuntan que en dos años podría haber productos de origen clónico en los comercios del continente. ¿Coincide con esta previsión?
Sí, es razonable. Pero en ese recorrido aún nos quedan por delante varios escenarios y debates. Además de la seguridad y las políticas alimentarias, están los aspectos económicos de la industria.
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