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"El Gobierno danés no parará hasta meternos en la cárcel"

El Ministerio de Justicia de Dinamarca decide que se aplique a Uralde la máxima pena por ofensas a la reina

JAVIER SALAS

El español Juan López de Uralde, ex director ejecutivo de Greenpeace, será juzgado en Dinamarca con el agravante de ofensas a la reina por irrumpir en la cena de gala celebrada en el Palacio de Christiansborg durante la cumbre del clima de Copenhague. El Ministerio de Justicia de Dinamarca notificó ayer esta decisión a López de Uralde y a los tres activistas que le acompañanaban en la acción realizada el 17 de diciembre de 2009, y por la que estuvieron detenidos 21 días.

'Esta decisión confirma claramente la decisión del Gobierno de Dinamarca de utilizar a su monarquía en contra de los activistas ecologistas', denunció ayer en conversación telefónica López de Uralde, actual director de Equo, 'tranquilo y a la espera' de que el fiscal concrete las acusaciones.

En el peor de los casos, y en función de las acusaciones, los activistas se exponen a una pena de seis años de cárcel ya que en caso de que fueran declarados culpables, el agravante impuesto puede suponer que se les condene a la pena máxima, que puede doblar la establecida en la ley, según fuentes de Greenpeace.

El sistema judicial danés marca que sea el Ministerio de Justicia el que decida si se aplica el agravante de ofensas a la reina en aquellos casos que puedan afectar a la Corona danesa. Tras esta decisión política, la Fiscalía debe decidir ahora los delitos por los que se juzgará a los activistas.

Todo indica que el Fiscal acusará a los ecologistas de un delito de allanamiento de morada por entrar sin permiso en el Palacio Real de Christiansborg. Aunque el edificio no es residencia oficial de los monarcas daneses desde hace dos siglos, aún se le considera sede de la Corona, y además la reina Margarita II actuaba como anfitriona durante la cena. El fiscal podría acusarles también de suplantación de un cargo público y de falsificación de matrícula diplomática.

López de Uralde y el resto de detenidos -el suizo Christian Schmutz, la noruega Nora Christiansen y el holandés Joris Thijssen- se hicieron pasar por cuatro de los 120 invitados a un festejo en el que estaban presentes mandatarios como los presidentes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Venezuela, Hugo Chávez; y Francia, Nicolas Sarkozy; así como la canciller alemana, Angela Merkel o el primer ministro británico, Gordon Brown.

Cuando alcanzaron la entrada del Salón de los Caballeros, donde se celebraba el banquete, desplegaron ante las cámaras dos pancartas en las que podía leerse en inglés 'Los políticos hablan, los líderes actúan'. El objetivo de la acción, a 24 horas para el cierre de la cumbre, era instar a los líderes mundiales a que alcanzaran un acuerdo para frenar el cambio climático que nunca llegó.

Uralde y sus compañeros fueron detenidos de inmediato por la Policía de Dinamarca, que los recluyó en una prisión durante tres semanas, de la que salieron como héroes del movimiento ecologista.

'Los criminales, los líderes'

'Aquí los auténticos criminales son los líderes políticos que no hicieron nada durante la cumbre de Copenhague por salvar el planeta. Nuestra acción es algo secundario comparado con el daño que le hicieron al planeta y a la humanidad' los asistentes a ese banquete, criticaba ayer López de Uralde.

Para el director de Equo la decisión del Ministerio de Justicia danés 'no es extraña', ya que a su entender 'proviene del mismo Gobierno que hizo que la cumbre de Copenhague fracasara, un despropósito que ahora trata de ocultar con una persecución'.

Y añade: 'Va a seguir apretándonos, no va a parar hasta meternos en la cárcel. Es la naturaleza represora del Gobierno danés. Lo único que quieren es meternos en prisión, por eso tratan de aplicarnos la pena más dura'. Y sentencia: 'Hicimos lo que teníamos que hacer'.

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