Google estrenó ayer su programa de mapas virtuales Street View en Alemania. Pero la compañía, que lanza este servicio meses después de que haya llegado al resto de Europa, ha tenido que difuminar 244.000 fachadas ante las críticas por atentar contra la privacidad.

Las cámaras de Google, que han registrado gráficamente durante meses las calles de localidades como Berlín, Munich, Hamburgo o Fráncfort, han sido fuertemente criticadas en Alemania. Numerosos ciudadanos y políticos apuntaron que este nuevo producto de Google atenta contra la privacidad y aporta información que puede ser empleada por terceros para robar viviendas.

Las críticas arreciaron tras conocerse, además, que la empresa estadounidense no sólo se limitaba a realizar fotografías sino que registraba también los datos de los vecinos que captaba a través de las redes inalámbricas. Este caso está ya siendo investigado por las autoridades de protección de datos de una decena de países, entre ellos España, donde además está pendiente de resolución una denuncia en los tribunales ordinarios. Google, que ha reconocido esa captación de datos, asegura que se produjo por error y que nunca los ha utilizado.

Tras varios encuentros con el Gobierno alemán, Google se comprometió a difuminar las imágenes de las viviendas de quienes reclamasen en su página web, empleando una tecnología llamada blurring que sólo permite apreciar los contornos del edificio. Así, la empresa estableció un periodo de reclamaciones en el que los ciudadanos cuyas casas hubieran sido grabadas podían reclamar que estas fueran excluidas del servicio.

Según informó la propia empresa hace algunas semanas, un 3% de las familias alemanas, cuyos domicilios fueron grabados para el callejero virtual, solicitaron que las imágenes de sus hogares fueran borradas. Google aseguró en su página web que ha recibido 244.237 reclamaciones online de particulares que residen en alguna de las 20 ciudades alemanas en las que la empresa fotografió calles y plazas.