Este artículo se publicó hace 16 años.
El gurú de los huracanes prevé 15 tormentas tropicales este año
El experto meteorólogo Walter Gray desvincula del cambio climático la subida anual en la cifra de tormentas tropicales
¿Se formará este año otro Katrina? ¿Pasará algún huracán por encima de Cuba? Aún es pronto para ofrecer respuestas, pero el experto de la Universidad Estatal de Colorado William Gray, conocido a sus 77 años como el gurú de los huracanes, ya ha empezado a dibujar los perfiles de este año en la cuenca del Atlántico. Para Gray, que ayer presentó un informe con sus previsiones, esta temporada, que empieza de forma oficial el 1 de junio y acaba el 30 de noviembre, registrará una actividad mayor de lo normal; esto es, por encima de la media de los últimos 58 años.
En concreto, el experto vaticina que se formarán 15 tormentas tropicales, de las cuales ocho llegarán a la categoría de huracán y cuatro, a la de gran huracán (vientos superiores a los 209 km/h). Sus previsiones también elevan al 95% la probabilidad de que un huracán impacte contra EEUU; si bien sólo hay un 69% de opciones de que sean de fuerza 3, 4 ó 5.
La mejor noticia para los habitantes de EEUU, México, Cuba, Haití, República Dominicana y Honduras, así como para los miles de turistas que se desplazarán allí este año, es que las previsiones se alejan de la pesadilla de la temporada de 2005, cuando se registraron 28 tormentas tropicales. Nombres como Katrina, Wilma o Rita se recordarán mucho tiempo por las tragedias que causaron. Lo cierto es que si bien los dos últimos años han sido mucho más tranquilos, el número de tormentas tropicales aumenta cada temporada sobre la media desde 1950.
Para Gray, el causante de esta mayor actividad no es el cambio climático, sino la aceleración de la circulación del agua en el Océano Atlántico, que se potenció a partir de 1995. Este fenómeno es cíclico y su duración se prolongará, a su juicio, durante uno o dos decenios más. A medida que se ralentice, llegará un periodo de menor actividad, tal y como ocurrió entre 1970 y 1994, y entre 1901 y 1925.
Para el especialista, incluso la llegada de la tormenta tropical Vince a la Península Ibérica en 2005, un fenómeno que no se había observado nunca antes, forma parte de la variabilidad climática de la Tierra.
Conclusiones a la contra
Todas estas conclusiones de Gray chocan directamente con otros estudios científicos que sí establecen una relación directa entre la subida de temperaturas de la superficie del mar y la formación e intensidad de los huracanes. Estas teorías son, por ejemplo, las que refleja Al Gore es su polémico film Una Verdad Incómoda.
Sea cual sea la teoría acertada, el especialista seguirá haciendo sus previsiones con un principio básico: la atmósfera se comportará en el futuro como ya lo hizo en el pasado. Así, los años pasados que presenten unas condiciones similares a las de 2008 marcarán la pauta del comportamiento en los próximos meses.
La temperatura de la superficie del mar, la humedad en la atmósfera y los fenómenos de El Niño o La Niña conforman los ingredientes necesarios para extraer las conclusiones. De hecho, la persistencia este año de La Niña debilita la formación de ciclones tropicales sobre el Atlántico. Tanto Gray como su discípulo, Phil Klotzbach, que ha recibido ya el testigo como máximo responsable de las previsiones, saben que cuando aparezca Arthur, la primera tormenta tropical de la temporada en el Atlántico, sus pronósticos serán de nuevo puestos a prueba.
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