Este artículo se publicó hace 13 años.
Halladas trazas de nicotina en el agua embotellada
Los investigadores piden «mayores controles» sin generar alarma pública
Un equipo científico ha encontrado rastros de nicotina en el agua mineral embotellada que se vende en España. Las concentraciones de este compuesto, hallado en cinco de las diez marcas analizadas, apenas alcanzan unas pocas milmillonésimas de gramo por litro, pero los autores expresan una "cierta preocupación" ante la ausencia de estudios sobre los efectos crónicos de la ingesta de bajas dosis de nicotina en poblaciones vulnerables, como las embarazadas, los recién nacidos y los niños. "La contaminación detectada no debe dar lugar a alarma pública, sino a mayores controles", explica la principal autora, Silvia González, de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid.
Los investigadores han analizado una decena de las marcas de agua más vendidas en España en busca de 58 sustancias activas, como analgésicos, antibióticos y antidepresivos, detectados ya en los ríos, pero no han hallado ninguno de ellos, salvo la nicotina.
Las concentraciones alcanzan unas pocas milmillonésimas de gramo por litro
El estudio, en el que también ha participado el Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla-La Mancha, constata "una explosión en el uso de agua embotellada, fuertemente impulsada por el marketing, diseñado para convencer a la población de la pureza y la seguridad del agua embotellada". Para los científicos, esta campaña ha provocado "un aumento del consumo potencial de agua contaminada en la mayoría de los grupos de población vulnerable". La producción de agua embotellada en España alcanzó los 5.165 millones de litros en 2010, según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (Aneabe).
El trabajo, publicado en la revista Science of the Total Environment, señala que, durante la gestación, la nicotina atraviesa la placenta rápidamente y entra en el feto. Diversos estudios han constatado la generación de malformaciones congénitas en ratas, pero a concentraciones millones de veces por encima de las detectadas ahora.
"Apelamos al sentido común a la hora de interpretar este tipo de investigaciones y a la responsabilidad para no crear un alarmismo totalmente infundado", ha reaccionado Aneabe, en un comunicado remitido a este periódico.
"Los niveles no deben preocupar demasiado", dice un científico del CSIC
El 80% de la nicotina se transforma en su metabolito, la cotidina, en los organismos. Sin embargo, el estudio no ha encontrado cotidina en el agua analizada, lo que parece descartar que el origen de la contaminación sean las aguas residuales urbanas. Los manantiales de tres de las marcas se encuentran en Toledo, donde históricamente se han concentrado cultivos de tabaco. Los autores creen que en estos casos la polución podría haber llegado por la filtración de la nicotina a los acuíferos. Sin embargo, las fuentes de las otras dos marcas se localizan en Burgos y Asturias, lejos de cultivos de tabaco. Los investigadores consideran necesario encontrar el punto concreto de contaminación en futuros estudios. Podría encontrarse en el manantial o en el proceso de embotellado y distribución.
Sin preocupaciónUno de los mayores expertos españoles en contaminación del agua, Damià Barceló, del CSIC, considera que "los niveles de nicotina detectados son bajísimos y no deben preocupar demasiado". A Barceló, ajeno a este estudio, le inquietan más otros residuos en el agua embotellada, como los xenoestrógenos, detectados por científicos de la Universidad Goethe de Fránc-fort (Alemania) en 2009.
Estos compuestos, que migran desde los envases de PET, imitan los efectos de las hormonas sexuales femeninas y pueden provocar trastornos reproductivos. "Aparecen en concentraciones muy bajas, pero todavía no conocemos los efectos sinérgicos entre los diferentes contaminantes", advierte la investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos.
Para Josep Caixach, también del CSIC, la nicotina hallada en el agua "puede haber sido incluso difundida a la botella desde el ambiente o una contaminación en el laboratorio". Caixach pone en duda la metodología y cree que "la fiabilidad de los resultados no está probada".
Una portavoz de Aneabe señala que la dosis de nicotina permitida en el té por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria supone una ingesta diaria de 0,0008 miligramos por kilo sin riesgo. Una persona de 60 kilos tendría que "tomar 4.000 litros de agua al día" para llegar a esos valores. Los autores del nuevo estudio puntualizan que estos datos "son siempre referidos a toxicidad aguda para adultos sanos", no a efectos crónicos en poblaciones sensibles.
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