Este artículo se publicó hace 15 años.
La Junta de Andalucía impide desenterrar a los últimos neandertales
Los expertos españoles denuncian el veto a las excavaciones en la cueva de La Carihuela, posible refugio terminal de la especie
La entrada a la cueva de La Carihuela, en Granada, parece la de un gallinero. Sin embargo, tras su puerta se podrían encontrar los restos de algunos de los últimos neandertales que pisaron el planeta. En la década de 1950, los arqueólogos desenterraron en el yacimiento un hueso del cráneo de un macho que acabó, sin pena ni gloria, en el Museo de Granada. Pero, hace cuatro años, un equipo de investigadores hizo un descubrimiento insospechado: el análisis del polen hallado en el yacimiento sugería que aquel neandertal pudo morir hace unos 21.500 años, una fecha que es a la cronología neandertal lo que los 9,58 segundos de Usain Bolt a la historia de los 100 metros lisos.
Los científicos quisieron ser cautos y publicaron su estudio en enero de 2007 en una revista de segunda fila, Geobios, a la espera de verificar el dato. Pero la comprobación de la fecha que podría cambiar la historia de la evolución humana no llegará. La Junta de Andalucía, según denuncian, ha decidido que La Carihuela, como otras cuevas, no se excave.
Un hueso de cráneo hallado en el yacimiento granadino fue datado en 21.500 años
En su mejor época, a principios de la década de 1990, una treintena de científicos trabajaba en el yacimiento. Entonces, sólo Atapuerca registraba un ritmo de trabajo semejante. Hasta que, en 1996, las autoridades ordenaron el cese de los trabajos a mitad de la investigación. "Fue una decisión arbitraria de la Junta", explica el entonces director de las excavaciones, el profesor de Prehistoria Gerardo Vega Toscano, de la Universidad Complutense de Madrid.
Tras el cerrojazo, intentó retomar los trabajos en repetidas ocasiones, pero sin éxito y, a veces, sin respuesta. "La última vez que intenté hablar con la Junta fue en 2005. Quedamos con un responsable y nos dio plantón; ni siquiera cogía el teléfono", recuerda. "Los científicos estamos a expensas de los políticos, y a ellos les da igual si en una cueva estáel último neandertal", zanja.
Pese a que participó en el estudio del polen de La Carihuela, Vega Toscano es escéptico con la cronología de 21.500 años, una fecha tan reciente que significaría que los neandertales convivieron con los sapiens durante miles de años. "Eso implicaría que el sur de España fue una reserva de neandertales, y sería absurdo. Lo más factible es la opción de 28.000 años", remacha.
El sur de la Península fue su guarida final, pero sólo se busca en Portugal y Gibraltar
Un refugio contra el fríoPero incluso con estas cautelas, el fósil de La Carihuela empataría la carrera científica por el último neandertal. Hace pocos años, la mayor parte de los investigadores pensaba que esta especie desapareció de Europa hace unos 35.000 años. Hasta que un grupo de científicos publicó en Nature un hallazgo de fósiles en Gibraltar que sacudió el árbol evolutivo: eran de neandertal. Y tenían, como mucho, 28.000 años. Así que, según el estudio, los últimos neandertales se habrían refugiado en el sur de la Península, acosados por una inclemente ola de frío y la desaparición de sus presas.
El profesor de Botánica de la Universidad de Murcia José Carrión participó en los estudios de Gibraltar y La Carihuela y cree que en ambas localizaciones el listón de 21.000 años sería "lógico". "El pico más frío de los últimos millones de años ocurrió entre 20.000 y 18.000 años antes del presente, al final del Último Máximo Glaciar", explica. A su juicio, el cambio climático es la hipótesis más consistente para explicar el ocaso de los neandertales, igual que se asume para el mastodonte o el tigre dientes de sable.
"En Andalucía no se ha excavado ni una cueva desde que tenemos democracia"
Carrión fue el responsable de la datación del hueso de La Carihuela, y subraya su importancia. En otras cuevas han aparecido herramientas de sílex talladas de manera tosca con la tecnología típica de la cultura Musteriense, asociada al Homo neanderthalensis. Encontrar un hacha musteriense en un yacimiento implica que allí vivió un neandertal, al igual que hallar un disco de Michael Jackson significaría que allí moró un Homo sapiens. Pero no deja de ser una evidencia indirecta. "La diferencia es que en La Carihuela hay huesos y son, posiblemente, más recientes que los de Gibraltar", matiza Carrión.
El profesor de la Universidad de Murcia se ha puesto en contacto con arqueólogos andaluces para que sean ellos los que pidan permiso para excavar en La Carihuela, en previsión de posibles prejuicios regionalistas. Pero ni por esas. "Tenemos dinero para hacer más pruebas, sólo nos falta que la Junta nos deje entrar en la cueva", se lamenta.
El profesor de Geomorfología Joaquín Rodríguez-Vidal, de la Universidad de Huelva, confirma las denuncias de sus colegas. "El sur de la península Ibérica fue un refugio para los últimos neandertales, pero los restos más importantes se han encontrado en Gibraltar y se están buscando en el sur de Portugal: fuera de España. En Andalucía hay yacimientos mejores, pero no se excavan", critica el investigador, que también colaboró en el estudio de Nature. "Yo soy andaluz, pero me he tenido que exiliar en Gibraltar para trabajar, porque aquí no se haexcavado ni una cueva desde la democracia", acusa.
La Consejería de Cultura afirma que hay seis proyectos neandertales en marcha
Rodríguez-Vidal y otros expertos acaban de terminar un análisis estadístico, aún sin publicar, que apoya la desaparición de los neandertales hace 21.000 años. El trabajo que se basa en un modelo matemático ya empleado para calcular la fecha de extinción de otras especies, como el alca gigante es, según el profesor, otro argumento para reabrir La Carihuela. "Pero nos topamos con la mentalidad provinciana de la Junta, que es similar a la siciliana", reprocha Rodríguez-Vidal.
Las fechas que manejan siguen produciendo urticaria a algunos de sus colegas. Uno de ellos es Julià Maroto, profesor de Prehistoria en la Universidad de Girona. En su opinión, la revisión de las dataciones colocará a los neandertales del sur de la península en torno a los 33.000 años antes del presente. "Ahora hay técnicas que evitan las contaminaciones en las muestras, el proceso de revisión envejecerá las cronologías", opina.
"Una línea prioritaria"Además, argumenta, los restos neandertales conocidos no encajan con la hipótesis de que convivieran con los sapiens. No hay evidencias de contacto. Sin embargo, Maroto no se cierra en banda. "En Catalunya no tenemos problemas con la Administración. Es una pena que en Andalucía conozcamos tan poco. Sería muy interesante reemprender las excavaciones. Si aparecen nuevas evidencias, puedo cambiar de opinión, claro", admite.
Una de estas novedades podría esconderse en un lugar inesperado: los Picos de Europa. El equipo del catedrático de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Baena, ha tropezado con industria musteriense en la cueva del Esquilleu (Cantabria) y la datación indica "veintipocos miles de años". De momento, Baena es prudente: "Esto todavía no es ciencia, tenemos que verificarlo". Pero es otro indicio que avala a los científicos que quieren horadar La Carihuela.
La Consejería de Cultura de la Junta no ha querido responder a estas acusaciones, aunque en un escrito dirigido a Público sostiene que la investigación de la prehistoria es una de sus "líneas prioritarias" y que hay seis proyectos en marcha en yacimientos neandertales. Su voluntad, aseguran, es "seguir desarrollando labores de investigación en la Carihuela".
La región de Orce también sufre a la AdministraciónLas herramientas de piedra encontradas en Guadix-Baza muestran que en Andalucía había humanos hace al menos 1,3 millones de años, la misma edad que ahora se ha alcanzado en Atapuerca. Faltaban los fósiles humanos para lanzar al estrellato a una de las regiones paleontológicas más ricas del mundo. Sin embargo, el trabajo necesario para poder encontrarlos no fue posible en buena medida por los obstáculos de la Junta de Andalucía a los investigadores.
En yacimientos como Solana de Zamborino, referencia europea en la tecnología de los ‘Homo erectus’ por hallazgos de los setenta, no se ha trabajado en 30 años. Y el caso no es único. A diferencia de otras comunidades, es la Administración y no los investigadores quien decide dónde se excava. Este año ha decidido que sólo se trabaje en dos yacimientos de la región de Orce.
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