Este artículo se publicó hace 17 años.
"La NASA vende sus resultados mejor que la ESA"
Álvaro Giménez, coordinador de Política Científica de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Teme que se llegue a Marte sin astronautas europeos
En 2008 la Agencia Europea del Espacio (ESA) tiene previsto el lanzamiento de dos satélites con ambiciosos objetivos científicos. Uno de ellos, Planck, estudiará el fondo cósmico de microondas, el eco que quedó tras el Big Bang cuando la materia se separó de la radiación. Esta fotografía del Universo primitivo ayudará a saber más sobre cómo surgió todo lo conocido. El segundo satélite, Herschel, es un teles-copio de infrarrojo lejano que permitirá observar la parte más fría del Universo, donde se están formando las estrellas y las galaxias. El lanzamiento de estos dos ingenios supondrá una inversión que ronda los 1.500 millones de euros. Este esfuerzo se rentabilizará en forma de conocimiento, pero en ocasiones no es fácil justificar la ingente inversión ante el ciudadano medio que, en lo que a exploración espacial se refiere, suele sentirse más atraído por las gestas protagonizadas por astronautas en otros escenarios menos difusos, como la Luna o Marte.
El español Álvaro Giménez es el responsable de política científica de la ESA. Él sí está seguro de que el dinero empleado en ciencia espacial está "muy bien invertido".
En los últimos meses ha renacido el interés por la exploración de la Luna, con misiones que han salido -o lo harán pronto- de China, Japón, EEUU e India. Sin embargo, la ESA no parece igual de interesada. ¿Por qué?
Nosotros ya enviamos a la Luna la sonda SMART-1, que terminó su misión recientemente. Ahora se ha puesto de moda, pero nosotros, cuando hemos hecho planes de exploración, nos hemos planteado lo que quieren los científicos europeos, no lo que quiere el ciudadano medio o incluso el político. Los científicos europeos han visto que la ciencia que se puede hacer en la Luna no es comparable a la que se puede hacer en Marte o en los satélites de Júpiter o Saturno. Esto, por el lado del programa científico de ESA. Sin embargo, el programa de exploración, que es opcional para los países miembros y por lo tanto va más dirigido por el interés de la sociedad en general, sí tiene idea de hacer algo en la Luna. Hay intención de colaborar con la NASA en programas más ambiciosos y con el objetivo a largo plazo de hacer exploración humana. Y por lo que respecta a las misiones actuales, participamos en la misión china, con un acuerdo para la operación conjunta de la misión, y enviaremos un paquete pagado por la ESA y desarrollado en Europa con la sonda india. En el caso del satélite japonés la colaboración es menor, pero ellos se han basado en mucha información obtenida por SMART-1.
La elección de los proyectos e incluso la forma de plantearlos hace que a veces la ESA no tenga la visibilidad de una agencia como la NASA.
Pese a la importancia de la investigación espacial para el desarrollo de la ciencia e incluso como inspiración para formar a los nuevos ingenieros y científicos, a veces no es fácil convencer de que es así. Quizá en Europa no tenemos la capacidad que ha tenido la NASA para vender sus proyectos. No se dedican, por ejemplo, los mismos recursos a la relación con los medios y a la comunicación de la actividad. No hay más que comprobarlo saliendo a la calle. No sólo en EEUU, sino también en Europa, muy poca gente sabe lo que es la ESA, pero todo el mundo sabe lo que es la NASA. También forma parte de esta situación la propia idiosincrasia de los europeos, la forma de acercarse a la ciencia. Somos más conservadores y menos dados a decir grandes cosas antes de que estén completamente probadas y esto afecta al impacto en la sociedad.
Además, el presupuesto de la ESA es muy inferior al de la NASA ¿Hay menor interés en Europa que en EEUU por la investigación espacial?
El presupuesto de la ESA es, aproximadamente, una quinta parte del de la NASA. El programa obligatorio de ciencia de la agencia supone unos 400 millones de euros anuales, más o menos un euro por habitante y año en Europa. Es evidente que otros países como EEUU están dedicando bastante más dinero. Es cuestión de prioridades.
Otra de las diferencias con la agencia estadounidense es la importancia que se da a las misiones tripuladas, que, independientemente de su valor científico, proporcionan mucha visibilidad.
La exploración humana es muy costosa y Europa, con los recursos actuales, no puede abarcar un plan de este tipo. Es una decisión que tienen que tomar los países. ¿Queremos tener europeos caminando sobre la superficie de Marte? Si es así, eso implica una inversión sustancial. Si estuviésemos dispuestos
yo estaría encantado, pero lo veo poco probable.
Entonces, ¿cuál será la función de los astronautas que se van a comenzar a seleccionar a principios de 2008?
Aunque no se vayan a liderar proyectos tripulados, eso no significa que no se vaya a participar en ellos, porque sería casi de vergüenza que hubiese una misión a Marte y no hubiese ningún europeo entre ellos. La idea es tener un cuerpo de astronautas preparados para este tipo de actividades. Además, recuerde que al estar el módulo Columbus en órbita [el laboratorio Europeo se unirá a la Estación Espacial Internacional a principios del año que viene] tenemos que dotarlo de personal para que opere los experimentos que se van a realizar allí.
En España la inversión en el espacio también es muy reducida. En la ESA, pese a la diferencia del peso de sus economías, España invierte casi lo mismo que Bélgica.
La situación de la aportación de España a la ESA está cambiando rápidamente. Un 30% de la inversión española iba al programa de ciencia, que es obligatorio. Ahí se invierte en función del Producto Nacional Bruto y el de España supone un 7% del de los países miembros. En el programa no obligatorio, la inversión española era mucho menor, la media se quedaba en un 4%. Ahora el objetivo es que la contribución global sea del 7%. Esto sería realista y permitiría al país absorber los retornos industriales. Invertir más sería beneficioso para la ESA, pero no
para España.
¿Sería conveniente crear una agencia espacial española propia como la que tienen otros países que participan en la ESA?
Lo importante es tener la actividad y los recursos y mejorar en la estabilización de la actividad científica española. Lo que tenemos que asegurar es que el presupuesto crezca y nuestra aportación a la tarta sea adecuada a nuestro tamaño. Una vez esto ocurra, habrá que pensar en la mejor manera de gestionar los recursos, pero empezar creando la administración y después el resto es peligroso, porque es crear burocracia innecesaria para un presupuesto pequeño.
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