Este artículo se publicó hace 14 años.
"Una ley debe recoger las necesidades de todos"
Álex de la Iglesia se reúne en la Academia de Cine con productores, empresarios y abogados especializados en internet para acercar posturas sobre la ‘ley Sinde’ . Todos coinciden en potenciar nuevos modelos como alternativa a
Blanca Salvatierra
El debate sobre cómo proteger los derechos de autor en internet ha sido tan escaso en el ámbito político y tan extremo en la red que el hecho de que el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Álex de la Iglesia, decidiese organizar el jueves un encuentro con productores, empresarios y abogados para debatir sobre ello provocó una gran expectación. "Tenemos que buscar la manera de que nuestro trabajo sea rentable y quizás hay que cambiar el modelo de mercado", resumía a la salida de la reunión.
Todos se jugaban mucho con su asistencia y, pese a que insistían en que sólo se representaban a sí mismos, era imposible no visualizar diferentes posturas. De un lado, aquellos que, como el abogado David Bravo, consideran que "la ley Sinde burla el Estado de derecho". De otro, una parte de la industria cultural que, representada por De la Iglesia, quiere "desatascar una situación en la que los involucrados no llegan a un entendimiento". Un total de 15 asistentes de los que 10 habían mostrado de forma explícita su oposición a la ley antidescargas del Gobierno, que defiende el cierre de páginas web con autorización judicial pero bajo decisión administrativa.
"Nadie está defendiendo que todo sea gratis", explicó conciliador De la Iglesia a la salida de la reunión. En ella, todos los asistentes se mostraron de acuerdo en que, para frenar las descargas de materiales sujetos a derechos de autor, es necesario crear nuevos modelos de negocio. "Lo importante es entender que la industria tiene que cambiar de modelo y que los radicalismos son muy peligrosos", añadió el autor del blog Merodeando y director de Weblogs SL, Julio Alonso.
Ese cambio de negocio pasa necesariamente por una oferta sencilla y suficiente de contenidos de pago, un modelo que, según defiende la Asociación de Internautas, aún no existe. "Los usuarios de internet han colgado más películas y series que los dueños de estos trabajos", reconoció el director interino de la Academia, Eduardo Campoy, que abogó por encontrar una formula para que los internautas puedan acceder a películas y series a un precio módico y con buena calidad.
El debate sobre la ‘ley Sinde'El presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España, Pedro Pérez, destacó ayer que, en su opinión, existen tres grupos en internet: el de los usuarios, "que obviamente deben tener claro cuáles son sus derechos"; el de los proveedores de contenidos, ya sean creadores, productores o distribuidores; y "otro muy pequeño que se lucra del esfuerzo que hacen los demás". Contra este último grupo es, en principio, contra el que está dirigido la ley Sinde. Para Pérez, si los dos primeros colectivos se ponen de acuerdo, el tercero desaparecerá por sí mismo.
¿Para qué serviría la ley antidescargas entonces? Sus defensores (que no estaban representados ayer en la reunión, al menos abiertamente) argumentan que, si no se produce el cierre rápido de esas webs a las que llaman "parásitas", no surgirán los nuevos modelos de los que tanto se habló en el encuentro organizado por De la Iglesia.
David Bravo defiende una postura muy diferente. "Esta ley pretende cerrar por la vía administrativa lo que los jueces no están cerrando por la vía judicial. Luego podemos hablar de alternativas y modelos", añadió. David Maeztu, abogado también especializado en propiedad intelectual, detallaba su postura en los mismos términos. "He venido para explicar el porqué del contraste entre el criterio que transmite el Ministerio de Cultura sobre esa ley y lo que se dice en internet", explicaba antes de entrar en la reunión.
Su postura debió de surtir el efecto deseado porque, aunque De la Iglesia no quiso pronunciarse sobre la ley Sinde, tras el encuentro se mostraba convencido de que el diálogo es la única forma viable de que el sector cultural reciba una remuneración por su trabajo. "Una ley debe recoger las necesidades de todos. Llegar a un acuerdo significa que las partes deben ceder para que el todo gane", añadió.
La reunión de ayer se convirtió en la primera con parte de la industria cultural a la que se convoca a la Asociación de Internautas, que defiende las conclusiones a las que llegó la comisión de la Ley de Propiedad Intelectual frente a la ley Sinde. "Esta reunión se tenía que haber hecho antes pero se ha abierto una puerta de colaboración", declaró su presidente, Víctor Domingo.
La primera consecuencia de este diálogo serán unas jornadas para debatir sobre el nuevo modelo de explotación comercial en internet, que se organizarán en la Academia de Cine, según anunció ayer De la Iglesia. Mientras, el Gobierno se muestra convencido de que logrará sacar adelante la ley Sinde en el Senado a partir de mediados de enero.
Una película que puede ser copiadaEl director de la película ‘El Cosmonauta’, Nicolás Alcalá, fue otro de los asistentes a la reunión en la Academia. Su innovador proyecto apuesta por un modelo de financiación, producción y distribución basado en internet y bajo licencia Creative Commons (por el que su película puede ser copiada). Alcalá abogó por una distribución de los contenidos “el mismo día en todas las plataformas”.
Juan Carlos Tous, fundador de Filmin.es, calificó de “altamente positivo” el encuentro. Su web ofrece acceso ilimitado a cientos de películas ‘indies’ mediante tarifa plana, un modelo de negocio que algunos de los presentes en la reunión echan en falta en el negocio cinematográfico más comercial.
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