Lluvia de Leónidas: dónde podrán verse
Los astrónomos consideran que la de este año será una tormenta estelar significativa y digna de observación.
Este 2023 “será un buen año” para la observación de las Leónidas. Así lo ha afirmado el Observatorio Astronómico Nacional, que explica que su momento de máxima actividad tendrá lugar cuatro días después de la luna nueva (el novilunio del 13 de noviembre), lo que contribuye a que el cielo nocturno tenga menos contaminación lumínica.
El observatorio indica que el momento idóneo para observar este fenómeno astronómico será durante la madrugada de este sábado 18 de noviembre, desde la medianoche hasta el amanecer.
Consejos para ver las estrellas
Lo ideal para poder observarlas en su máximo esplendor será un lugar oscuro, sin contaminación lumínica y con pocos obstáculos para la vista como edificios, árboles o montañas.
Aunque las Leónidas parecen venir de la constelación de Leo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo, aunque los expertos recomiendan dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras. Es decir, en la dirección opuesta a la posición de la Luna, si la observación se realiza cuando esta esté presente.
En resumen, lo más cómodo y lo que recomiendan los astrónomos es tumbarse, observar y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
Por qué hay lluvia de estrellas
La lluvia de estrellas se produce cuando los fragmentos (o meteoroides) de un cometa entran en contacto con la atmósfera terrestre y se vaporizan por la fricción con el aire. Esta desintegración crea el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz.
Todos los meteoros de una lluvia parecen tener un único punto de origen, este en concreto se denomina 'radiante', y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. En el caso de las Leónidas, se cree que su origen tiene en la constelación de Leo.
Los meteoros de las leónidas son fragmentos del cometa 55P/Tempel-Tuttle, descubierto en 1865, y que tiene un periodo orbital (vueltas al sol) de 33,2 años.
Como todos los años, entre el 6 y el 30 de noviembre, la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos del cometa 55P/Tempel-Tuttle en anteriores pasos cerca del Sol.
Ante la tasa de actividad de la tormenta suele ser modesta, entre 10 y 20 meteoros por hora, cada 33 años, coincidiendo con el paso del cometa 55P/Tempel-Tuttle por el perihelio de su órbita, las Leónidas dan lugar a espectaculares tormentas de meteoros que llegan a una frecuencia de miles de meteoros por hora.
Algunas de estas tormentas estelares han alcanzado proporciones importantes, como la de la noche del 13 de noviembre de 1833 en la costa oeste de Estados Unidos. Esta madrugada quizá no bata récords, pero los astrónomos consideran que será una tormenta estelar significativa y digna de observación.
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