Este artículo se publicó hace 13 años.
Madrid suspende en contaminación atmosférica
La polución de la capital supera los límites permitidos, según un estudio europeo
Madrid es una de las ciudades europeas que afronta peor la contaminación atmosférica, según muestran los resultados obtenidos de un ranking con 17 ciudades europeas publicado ayer. El estudio fue realizado por un grupo de ONG ecologistas pertenecientes al Buró Europeo de Medio Ambiente (BEE). Su labor fue la de recoger datos de los niveles de contaminación del aire desde 2005 hasta 2010 y realizar encuestas sobre el comportamiento de los 17 ayuntamientos en cuanto a las actuaciones para revertir el problema.
La capital española ocupa el puesto decimotercero, por delante tan sólo de Stuttgart, Dusseldorf, Milán y Roma. El suspenso se observa claramente en los niveles de emisiones que se registraron durante los cinco años del estudio que, a pesar de haber disminuido, siguen superando los límites permitidos. Ecologistas en Acción apunta a la manipulación de las estaciones de muestreo de contaminación como causa de esta disminución, ya que el Ayuntamiento las movió hacia lugares menos contaminados. Paco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción, cree que la crisis también es motivo del decrecimiento. "Los últimos cuatro años el consumo de gasolina se redujo un 5%", cuenta. Todo y con eso, el tráfico ha sido el mayor contribuyente en las emisiones, aportando un 69,1% de los óxidos de nitrógeno y un 71% de las llamadas PM10, partículas pequeñas de hollín, cenizas o polvo de menos de 10 micrómetros.
Madrid tampoco dispone de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), por las que se restringe el transporte de vehículos contaminantes. "El Ayuntamiento creó un Plan en 2006 para instaurar una ZBE en el interior de la M-30, pero caducó en 2010", denuncia Segura.
La capital sí aprueba, y con nota, en transporte público. El estudio considera que el Metro de Madrid tiene una buena frecuencia de paso y una gran extensión de líneas. Aprobada queda también la transparencia del Ayuntamiento en cuanto a información sobre la contaminación ambiental, motivo con el que el portavoz de la ONG española discrepa. "Que se hable de la contaminación no significa que se diga la verdad".
La otra cara de la moneda son Berlín, Copenhague y Estocolmo. La capital alemana ha conseguido reducir sus emisiones del 73 al 40%, gracias a la aplicación en 2008 de ZBE en todo el interior de la ciudad (una superficie de 88 kilómetros cuadrados). La capital danesa y la sueca son referentes en el uso de bicicletas dentro de la ciudad, un medio de transporte que, según el estudio, Madrid no apoya lo suficiente. "Prácticamente no hay aparcamientos para bicicletas ni tampoco carriles bici", explica Segura.
El portavoz del PSOE del Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, declaró ayer a través de un comunicado que el consistorio ha fracasado en la lucha contra la contaminación. Asimismo, pidió que "no se juegue más con la salud de los madrileños y que se pongan en marcha medidas urgentes" para evitar "otro invierno negro".
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