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Por qué un meteoroide de un milímetro pone patas arriba la misión rusa en la Estación Espacial Internacional

La NASA y la agencia espacial de Moscú enviarán en febrero una nueva cápsula para reemplazar la nave dañada.

Los astronautas Sergey Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Blanco, atrapados en la nave rusa Soyuz MS-22 que ha sido golpeada por un pequeño meteoroide.
Los astronautas Sergey Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Blanco, atrapados en la nave rusa Soyuz MS-22 que ha sido golpeada por un pequeño meteoroide. - Roscosmos

El próximo 20 de febrero una nueva cápsula Soyuz MS-23 pondrá rumbo hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), con el objetivo de reemplazar la nave fisurada en la que permanecen atrapados tres astronautas, dos rusos y uno estadounidense, desde finales de diciembre. La agencia espacial de Rusia, Roscosmos, puso en marcha los preparativos finales para lanzar un operativo de rescate que intentará traer de vuelta a los miembros de la tripulación afectados. 

La nave fue golpeada hace un par de semanas por un pequeño meteoroide de apenas un milímetro, lo que provocó distintas fugas de combustible y estropicios en los propulsores. Los daños han puesto en peligro la seguridad de sus ocupantes, por lo que Rusia ha adelantado al próximo mes el envío de la cápsula MS-23. En un principio, este lanzamiento estaba previsto para marzo y tenía como objetivo transportar a los nuevos miembros de la estación. Finalmente, el vehículo volará vacío y en modo automático.

La misión cuenta con el respaldo y la aprobación de la NASA, que se vio obligada a reajustar su propio calendario de operaciones. Los tres cosmonautas rescatados permanecerán unos meses en la plataforma orbital y los trabajos conjuntos previstos para 2023 serán aplazados. El vuelo sin tripulación llevará cargamento y suministros para la EEI. 

Los astronautas del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional comunicaron en diciembre al centro de control en tierra que un sensor alertaba de la caída de presión en el sistema de refrigeración del casco de la Soyuz MS-22. La fuga en cuestión, que fue "confirmada visualmente" por una compañera de profesión, afectaba a los reguladores de temperatura del interior del aparato. Además, obligó a cancelar la caminata espacial en la que iban a participar dos de los miembros del equipo de Moscú.

La misión de la Soyuz MS-22

La nave espacial Soyuz MS-22 despegó el pasado 21 de septiembre. En su interior, los astronautas rusos Serguéi Prokopyev y Dmitri Petelin y el miembro de la NASA Frank Rubio. La cápsula se acopló a la Estación Espacial Internacional y la misión tenía una duración prevista de seis meses. Su objetivo no era otro que trabajar en el desarrollo científico y tecnológico espacial, con hasta cinco paseos espaciales agendados a lo largo del semestre.

Cambios en el calendario espacial

El incidente ha pospuesto todos los planes espaciales para este año. Dos de los astronautas rusos tenían previsto desplazarse a la estación espacial esta primavera con la MS-23. Junto a ellos iba a volar una compañera estadounidense. La misión se retrasará hasta otoño, de ahí que vayan a permanecer unos cuantos meses más en el espacio antes de volver a casa. La nave MS-22, que es la dañada, regresará vacía a la Tierra en modo automático.

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