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A Microsoft y Apple no les gusta el porno

Las compañías vetan las aplicaciones eróticas en sus equipos

BLANCA SALVATIERRA

 

Los fabricantes crean dispositivos, pero el uso que se hace de ellos lo decide el consumidor. Microsoft dio una lección de tolerancia con Kinect, su sistema para jugar sin mandos en la consola Xbox 360, cuando un grupo de programadores lo hackeó apenas unas horas después de ponerse a la venta, y la compañía hizo público que no emprendería acciones legales contra ellos. Ese hackeo permitía, entre otras cosas, ampliar las posibilidades del dispositivo conectándolo a un ordenador y trabajar así con diferentes aplicaciones. Pero lo que se plantea como un accesorio perfecto para controlar el ordenador con el cuerpo también puede tener otros usos, y esos no son tan bienvenidos en Microsoft.

La empresa austriaca ThriXXX, que se dedica a la venta de juegos eróticos, ha anunciado que está trabajando en un título de contenido sexual que se controla utilizando la cámara de Kinect, que realiza un escaneado de 48 puntos del cuerpo del jugador en cabeza, brazos, torso y piernas, así como de la voz y la cara. El objetivo, según puede verse en el vídeo de demostración que ha subido a YouTube ThriXXX, es tocar a las chicas mediante los movimientos reales que realiza el jugador y que son capturados por la cámara y los sensores.

Microsoft, que vendió 2,5 millones de Kinect en sus primeros 25 días de comercialización, no autorizará este simulador de ThriXXX para su dispositivo. 'Mediante nuestra compañía no se comercializará ningún tipo de aplicación que no esté desarrollada por nosotros o por alguno de nuestros socios comerciales', explicaron a Público fuentes de Microsoft. Y ThriXXX no lo es, pero esto no implica que el juego no vea la luz. Microsoft hace hincapié en que su consola Xbox 360 y el dispositivo Kinect forman parte de una plataforma 'enfocada a la diversión familiar', aunque también reconoce que no puede frenar que los usuarios creen usos alternativos para su máquina. 'Es un tema delicado', añaden las mismas fuentes.

Los ejecutivos de ThriXXX, conscientes de la expectación generada, ya han respondido a Microsoft avisando de que no necesitan la aprobación de la compañía para lanzar el videojuego en ordenadores con Windows 7. El argumento es que este simulador se ha creado utilizando los controladores de código abierto de Kinect que se han hecho públicos mediante la comunidad OpenKinect. El vídeo en YouTube en el que se muestran las posibilidades del juego ha sido reproducido más de 300.000 veces.

Microsoft no es la única compañía a la que no le gusta que se comercialicen aplicaciones eróticas relacionadas con su nombre. Apple, con un férreo control sobre los programas que crean terceros para sus dispositivos, se ha mostrado aún más tajante y no permite que ninguna compañía venda aplicaciones eróticas a través de su App Store, lo que equivale a un bloqueo absoluto. Los responsables de Apple atribuyen esta decisión a 'criterios estrictamente morales', algo que no ha evitado las críticas de los usuarios, que esgrimen que los dispositivos tienen la posibilidad de bloquear aplicaciones a menores.

Los usuarios más creativos llevaron a cabo una campaña acerca del bloqueo al porno en dispositivos de Apple. Cuando la compañía lanzó el iPad y realizó publicidad en marquesinas, los carteles aparecieron modificados mediante pegatinas que sustituían la pantalla convencional del dispositivo por imágenes eróticas.

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