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Nuevo método para 'hacer' células madre sin peligros

 

El procedimiento evitaría el riesgo de los genes de sufrir daños en su ADN

AINHOA IRIBERRI

La edición on-line de la revista Nature acaba de publicar dos estudios que describen el que hasta la fecha parece el método más seguro para desarrollar células madre pluripotenciales a partir de células somáticas.

El equipo del investigador de la Universidad de Edimburgo Keisuke Kaji ha desarrollado una nueva técnica para insertar genes específicos en células sanas y lograr que estás se reprogramen o se conviertan en células madre lo que se conoce como transfección. La estrategia ha sido probada, según describen, tanto en fibroblastos, células de la piel, de ratón como en humanos.

Combinación de dos estrategias

Se trata de combinar un sistema de reprogramación que usa un sólo vector que actúa como soporte físico de los genes, llamado plásmido, con un transposon, una secuencia de ADN que puede moverse autosuficientemente a diferentes partes del genoma de una célula. En concreto, el transposón es el llamado piggyBac (PB). El vector único al que une PB contiene los códigos genéticos de los cuatro factores virales usados habitualmente para inducir la pluripotencialidad. Tras conseguirlo, el equipo de Kaji logró eliminar los cuatro genes, para lo que utilizó una enzima.

Por su parte, los investigadores dirigidos por el científico del Hospital Mount Sinai de Toronto (Canadá) Andras Nagy han utilizado una estrategia similar. Utilizando el PB como envoltura de la inserción genética, han logrado generar células madre pluripotenciales inducidas (iPS, de sus siglas en inglés) de fibroblastos embrionarios de ratón y ser humano, como sus colegas escoceses. Pero el equipo de Nagy ha sido capaz también de retirar las inserciones individuales del transposón de líneas celulares ya establecidas, lo que en sus palabras 'provee de una inestimable herramienta para el descubrimiento' . A diferencia del trabajo anterior, no retira los cuatro genes por separado, sino en una sola pieza junto con el transposon.

Aunque la reprogramación celular ya se había conseguido en el pasado, hasta la fecha involucraba el uso de vectores vírales, como por ejemplo los retrovirus, para insertar los genes encargados de generar el cambio. Esto implicaba un riesgo de que el ADN de la célula receptora se dañara, que suponía uno de los mayores peros al futuro uso de células madre.

Según se explica en el trabajo de Nagy, las dos últimas técnicas desarrolladas de transfección las que usaban adenovirus y plásmidos eran más seguras y minimizaban el potencial de insertar mutaciones nocivas. Pero también presentaban un importante problema: no se había perfeccionado un método para eliminar dichos vectores. Los nuevos trabajos utilizan también plásmidos, pero añaden la herramienta del transposón para eliminar los genes introducidos una vez que han completado su misión, minimizando así el riesgo de daño al genoma.

La nueva técnica de reprogramación descrita simultáneamente por Kaji y Nagy acaba con este problema y supone un impulso para la investigación en este campo.

 

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