El discurso que Steve Jobs ofreció a los estudiantes que se graduaban en la prestigiosa Universidad de Stanford (en Palo Alto, EEUU) fue uno de los vídeos más compartidos ayer en las redes sociales, como homenaje póstumo al cofundador de Apple. Con más de seis millones de visitas en su formato original (existen versiones subtituladas a casi todas las lenguas), el discurso hablaba de esperanza, amor y confianza en el futuro.

Sin embargo, la frase de su alegato que más ha pasado a la historia, 'seguid hambrientos, seguid alocados', no es del propio Jobs. La citó para concluir sus palabras y era el pie de foto de la contraportada del último número de una vieja revista. 'Siempre lo he deseado para mí. Ahora, cuando os graduáis para empezar de nuevo, es lo que deseo para vosotros', concluyó Jobs.

El alegato supuso un hito para un hombre muy celoso de su intimidad

El discurso supuso un hito para un hombre tan celoso de su intimidad como él. En la primera parte, que habla de cómo conectar puntos, contó cómo su madre biológica decidió darle en adopción y cómo condicionó la firma de la misma a que él asistiera a la universidad, algo que sólo cumplió de forma regular durante seis meses. Sin embargo, las pocas clases a las que asistió le sirvieron para diseñar sus ordenadores como supo mirando hacia atrás diez años después.

El segundo punto de su alegato 'sobre amor y pérdida' sirvió para que Jobs tocara también otro polémico asunto, su despedida de Apple. De nuevo, un mensaje optimista: lo que define como 'una amarga medicina' le sirvió para fundar otras dos compañías y conocer a su esposa. 'En ocasiones, la vida te golpea como un ladrillo en la cabeza', advirtió a los estudiantes.

La tercera parte de su discurso es sobre la muerte. Jobs explicó con detenimiento lo que supuso el cáncer que finalmente ha acabado con su vida: 'Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona'. Es en este punto donde se concentra la mayoría de los consejos para los licenciados en su audiencia. 'Tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a a ser', les deseó.