Público
Público

Las ONG pagan el pato del caos en Copenhague

Desde que el lunes llegó la avalancha de participantes a la capital danesa, las puertas del 'Bella Centre' son una eterna cola de periodistas

ERNESTO SAMBORA

La organización de COP15 lleva 24 horas atascada. Desde que el lunes llegase la previsible avalancha de participantes a la capital danesa, las puertas del Bella Centre son una eterna cola de periodistas, ONGs y delegaciones gubernamentales esperando y desesperando para conseguir su acreditación.

Tanto es así que muchos de los periodistas que hoy abarrotan la sala de prensa, y que llegaron a Copenhague el domingo, no pudieron acceder al recinto hasta el mediodía de hoy. Otros muchos todavía no han podido entrar.

La organización, que ha reconocido la llegada de 45.000 personas para la cumbre, tres veces la capacidad del centro, está superada, y ha decidido atajar el problema de una manera polémica. Así, retirarán las acreditaciones del 75% de los participantes de las diferentes ONGs para la jornada de hoy, y, a partir del miércoles, cuando la mayoría de mandatarios se encuentren en la cumbre, las ONG tendrán una representación irrisoria.

De este modo, se anula uno de los pilares de lo que fue la primera semana la cumbre: la participación activa de la sociedad civil. Pretenden así agilizar la acreditación de 3.500 delegados gubernamentales que llegaron durante el lunes.

Pensemos en un partido de fútbol. Un estadio de 45.000 personas no puede tener una puerta de dos metros, el riesgo de avalancha es inaceptable. Eso es lo que ha pasado aquí. La mayoría de los participantes llegan al Bella Centre en el metro, cien metros separan la puerta de los vagones de la entrada al recinto, el colapso en hora punta era más que previsible.

Para total escarnio, los que han tenido la suerte de entrar se encuentran con una desagradable sorpresa, el centro de prensa cuenta con 2.500 plazas, y están acreditados 3.500 periodistas. El final de la cumbre promete ser tenso, tanto fuera como dentro del plenario.

Por el momento nadie ha pedido disculpas por lo que es un evidente fracaso organizativo, y que ha supuesto, como daño colateral más escandaloso, la desaparición de esta cumbre de la voz crítica y constructiva que suponía la presencia y mediación de las ONGs.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?