Este artículo se publicó hace 16 años.
P2P para emitir Eurovisión por la Red
Medio millón de internautas podrán ver el concurso por Internet gracias a un sistema en el que los usuarios se convierten en repetidores de la señal
El espectáculo que darán Rodolfo Chikilicuatre y compañía este sábado podrá verse en Internet gracias a una novedosa combinación entre la tecnología de intercambio de archivos (P2P) y servidores centrales de la emisión que convertirá a los internautas en repetidores de la señal.
El concurso de Eurovisión se emite por Internet desde hace años. Pero, hasta esta edición se usaba un sistema que no tenía futuro: un servidor mandaba la señal a cada uno de los ordenadores que la pedían. Cuantos más internautas quisieran ver el programa, más ancho de banda o servidores tenía que poner el emisor. O eso, o se reducía la calidad de la transmisión para bajar el consumo por usuario.
En esta ocasión, la Unión Europea de Difusión (UEB) y su socio tecnológico, la empresa Octoshape, emitirán el espectáculo a una audiencia estimada de medio millón de internautas mediante un servidor central multimedia (en realidad es una granja de servidores o grandes ordenadores repartidos por el mundo). Hasta aquí nada nuevo. Pero, además, se usa una tecnología similar a los sistemas de intercambio de archivos P2P.
Los primeros internautas en pedir las imágenes se convierten, desde ese mismo momento, en repetidores de la emisión, reenviándola a otros usuarios. Para ello, el sistema de Octoshape exige la instalación en el ordenador de un pequeño programa que usa una parte del ancho de banda del equipo para mandar los datos. Esto hace que no tengan que recurrir al servidor ni ocupar su conexión.
Los programas P2P más populares, como eMule o BitTorrent, tiene una filosofía sencilla y una arquitectura complicada: no hay un servidor central que tenga los archivos. Estos se encuentran en los ordenadores de los usuarios que los comparten. Además, cuando se descarga una canción, rara vez procede de un sólo ordenador, sino que viene troceada desde varias fuentes. Puede ocurrir, por ejemplo, que los primeros datos que lleguen se correspondan con el final del tema. Esto hace que el uso de esta arquitectura para emitir en directo sea algo más difícil.
Para complicarlo un poco más, el sistema de emisión es el conocido como streaming. Aquí, los datos se mandan de forma continua y secuencialmente (como ocurre con la señal de TV) y no se almacenan en el ordenador.
En el caso de la emisión del festival de Eurovisión, el sistema está diseñado para que los primeros usuarios reciban los datos de servidores que estén lo más cerca posible. Y lo mismo pasa en la siguiente fase: el intercambio entre equipos se hace en función de su proximidad geográfica.
Este híbrido entre servidores centrales que emiten y ordenadores de los usuarios que replican la emisión forma parte de un experimento que lleva a cabo la UEB desde el pasado mes de enero, y que acaba en junio. En él, participan varias cadenas de radio y televisión, RTVE entre ellas.
Entre las tecnologías que están probando se encuentran sistemas de geolocalización (para ubicar a los ordenadores), nuevas formas de emisión en streaming, y mecanismos como las marcas de agua en la imagen para proteger los archivos.
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