Este artículo se publicó hace 16 años.
La parada de los matemáticos
La Olimpiada Internacional de Matemáticas, inaugurada ayer en Madrid, se celebra por primera vez en España
¿Es posible cubrir un tablero de 2008x2008, al que hemos quitado dos esquinas opuestas, con fichas de 2x1 sin que sobresalgan ni se solapen? La respuesta a este clásico problema de combinatoria es pan comido para los 550 estudiantes de secundaria que participan en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO) de 2008, inaugurada ayer en Madrid.
Los chavales, procedentes de un centenar de países, son los herederos de Arquímedes, Pitágoras, Leibniz y Fibonacci. Algunos de los mejores matemáticos del último siglo, como el ruso Grigori Perelman, que demostró en 2002 la conjetura de Poincaré, y el australiano Terence Tao, autor del teorema que afirma que existen progresiones aritméticas de números primos arbitrariamente largas, ganaron el oro olímpico en pasadas ediciones. Según el presidente de la IMO, el húngaro József Pelikán, "de aquí saldrá el próximo Perelman".
Las jóvenes promesas de las matemáticas se vieron ayer las caras por primera vez bajo la carpa del mítico Teatro-Circo Price de Madrid, entre payasos, acróbatas y malabaristas. Como en el libro Circo matemático, del divulgador científico estadounidense Martin Gardner. El maestro de ceremonias del Price, Paco Goty, supo conectar dos mundos muy alejados en apariencia: "Las matemáticas y el circo no son tan diferentes. En el circo, lo más importante es trabajar muy duro para lograr la perfección. Igual que en las matemáticas". A continuación, Goty anunció "¡la gran parada de las matemáticas!", y todas las delegaciones desfilaron por la pista circense al ritmo de la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre.
La apisonadora china
Este año, La Roja, compuesta por seis alumnos de entre 16 y 18 años, lo tendrá difícil para alcanzar la perfección, a pesar de jugar en casa por primera vez. La favorita, la selección china, ha arrasado en ocho de las últimas diez ediciones. Además, los chinos han preparado los Juegos durante tres años, con más de 3.000 problemas, mientras que los españoles sólo han podido reunirse un puñado de fines de semana.
Sus horas entregadas a la aritmética y al cálculo no serán recompensadas con dinero. El profesor de álgebra Adolfo Quirós, portavoz de la Real Sociedad Matemática Española, organizadora del evento, subraya el espíritu olímpico de los participantes: "Sólo concursan por el honor". Y, algunos, por tener las puertas abiertas en las principales universidades del mundo.
En el equipo español no hay este año ninguna chica, como en otras ediciones. De los 124 que nos han representado desde la creación de la Olimpiada, en 1959, sólo 10 han sido mujeres. "No sabemos porqué, pero las chicas no se presentan", lamenta Quirós.
Los chicos intentarán pasar del cate. En la Olimpiada de 2006, celebrada en Eslovenia, la nota media de todos los equipos fue un 3,2 sobre 10. El ganador de una medalla de bronce en 2007, Diego Izquierdo, de 18 años, es la gran esperanza. "Soy optimista", afirma. Para el español, el problema del tablero es "sencillo": "Coloreamos el tablero como uno de ajedrez. Cada ficha de 2x1 cubre una casilla negra y una blanca. Por tanto, si pudiésemos cubrir el tablero, habría tantas casillas blancas como negras. Y esto no es cierto, porque las dos esquinas que hemos quitado son del mismo color. Luego la respuesta es no". Huele a medalla.
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