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El pionero del ADN, James Watson, arremete contra el "establishment" de la lucha contra el cáncer

El codescubridor de la estructura de doble espiral del ADN critica el lentro progreso de las investigaciones contra esta enfermedad

REUTERS

Un día después de que un informe nacional exhaustivo sobre el cáncer hallara que Estados Unidos está haciendo un progreso lento contra la enfermedad, uno de los científicos más icónicos del país opinó sobre 'la batalla contra el cáncer'. Y dijo que no le gusta lo que ve.

James Watson, codescubridor de la estructura de doble espiral del ADN, se refirió a los objetivos grandes y pequeños. En relación a las autoridades gubernamentales que supervisan la investigación contra el cáncer, escribió en un documento publicado el martes en Open Biology: 'No tenemos ninguna directriz de influencia, y mucho menos poder (...) que lidere nuestra guerra contra el cáncer'.

Sobre un proyecto estadounidense de 100 millones de dólares para determinar los cambios de ADN que generan nueve formas de cáncer, Watson argumentó que 'probablemente no produzcan las medicinas verdaderamente innovadoras que sabemos que necesitamos desesperadamente'. Respecto a la idea de que los antioxidantes que contienen alimentos como las bayas combaten en cáncer: 'Ha llegado el momento de preguntarse seriamente si es más probable que el uso de antioxidantes cause cáncer más que impedirlo'.

El hecho de que la vehemente opinión de Watson coincidiera con el informe anual del cáncer fue una coincidencia. El científico trabajó en el texto durante meses y representa la culminación de décadas de estudiar el tema. Watson, de 84 años, dio un curso sobre el cáncer en la Universidad de Harvard en 1959, tres años antes de compartir el Nobel de medicina por su papel en el descubrimiento de la doble espiral, que abrió la puerta al conocimiento del papel de la genética en la enfermedad.

Hay un amplio consenso de que las actuales metodologías no están dando los progresos que prometieron

Otras luminarias sobre el cáncer dieron críticas distintas al documento de Watson. 'Hay en él muchas ideas interesantes, algunas de ellas apoyadas en pruebas existentes, otras simplemente se contraponen a hallazgos bien documentados', dijo un eminente biólogo del cáncer que pidió no ser identificado para no ofender a Watson. 'Como suele pasar, está preparando algo, probablemente de forma muy productiva', sostuvo.

Hay un amplio consenso, sin embargo, de que las actuales metodologías no están dando los progresos que prometieron. Buena parte del declive en la mortalidad por cáncer en Estados Unidos, por ejemplo, refleja el hecho de que hay menos gente que fuma, no los beneficios de mejores terapias nuevas.

'La gran esperanza de la metodología moderna fue que la secuenciación de ADN permitiría descubrir qué genes específicos, al mutar, causan cada cáncer', dijo el biólogo molecular Mark Ptashne, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. El próximo paso era diseñar un medicamento que bloquee la proliferación desbocada causada por la mutación.

Pero casi ninguno de los tratamientos resultantes cura el cáncer. 'Estas nuevas terapias funcionan apenas unos meses', dijo Watson a Reuters en una entrevista inusual. 'Y no tenemos nada para cánceres importantes como el de pulmón, colon y mama que han hecho metástasis', sostuvo.

'No tenemos nada para cánceres importantes como el de pulmón, colon y mama que han hecho metástasis'

La principal razón por la que los medicamentos que atacan fallos genéticos no curen es que las células cancerígenas tienen otras salidas. Si una vía bioquímica para el crecimiento y la proliferación es bloqueada por medicamentos, las células activan una diferente, igualmente eficaz, según el biólogo de cáncer Robert Weinberg, del MIT.

Por esa razón, Watson defiende una metodología diferente: atacar características comunes de todas las células cancerígenas, especialmente las que causan metástasis.

Un rasgo común son los radicales de oxígeno, que se forman al desgajarse de otros componentes de células, como las del ADN. Es por eso por lo que los antioxidantes se han convertido en un aditivo frecuente en los alimentos al considerarlos saludables, ya que limpian los radicales de oxígeno perjudiciales.

Esa imagen sencilla se complica, sin embargo, una vez que aparece el cáncer. La terapia por radiación y muchas quimioterapias matan las células cancerígenas generando radicales de oxígeno, que fomentan el suicidio de la célula. Si un paciente con cáncer se atiborra de bayas y otros antioxidantes, puede estar dificultando la labor de las terapias, según Watson.

'Todo el mundo pensaba que los antioxidantes eran geniales', dijo. 'Pero yo digo que pueden impedir la muerte de células cancerígenas', declaró.

Las investigaciones lo respaldan. Una serie de estudios han mostrado que tomar antioxidantes como la vitamina E no reduce el riesgo de cáncer, sino que puede incrementarlo e incluso acortar la vida. Pero los medicamentos que bloquean los antioxidantes - los 'antiantioxidantes' - pueden incluso hacer más eficaces las medicinas actuales contra la enfermedad.

Cualquier cosa que mantenga las células cancerígenas llenas de radicales de oxígeno 'probablemente sea un componente importante de cualquier tratamiento eficaz', dijo el biólogo de cáncer Robert Benezra, de Sloan-Kettering.

La postura sobre los anti-antioxidantes de Watson incluye una ironía histórica. La primera persona de alto perfil que propuso la ingesta elevada de antioxidantes (específicamente de la vitamina C) fue el bioquímico Linus Pauling, que murió en 1994 a los 93 años.

'Bloquear la producción de Myc es una línea interesante de investigación, creo que hay una promesa ahí'

Watson y su compañero de laboratorio, Francis Crick, derrotaron a Pauling en el descubrimiento de la doble hélice en 1953.

Otra promesa elusiva en la lucha contra el cáncer, dice Watson, es la proteína en las células llamada Myc. Controla más de 1.000 moléculas dentro de las células, incluyendo a muchas que involucran al cáncer. Estudios sugieren que al bloquear las Myc las células cancerígenas comienzan a auto destruirse en un proceso llamado apoptosis.

'La noción de que atacar las Myc puede curar el cáncer ha estado dando vueltas por un tiempo', dijo el biólogo especialista en cáncer Hans-Guido Wendel de Sloan-Kettering. 'Bloquear la producción de Myc es una línea interesante de investigación, creo que hay una promesa ahí', sostuvo.

Sin embargo, el desarrollo de fármacos que ataquen las Myc está desatendido. Las 'medicinas personalizadas' que bloquean mutaciones específicas del cáncer de un paciente atraen buena parte de los dólares para investigación.

'El mayor obstáculo' para una guerra real contra el cáncer, dijo Watson, podría ser 'la naturaleza inherentemente conservadora de los 'establishment' de las investigaciones de hoy en día'. Y por ello, 'curar el cáncer siempre estará a una distancia de entre 10 a 20 años', agregó.

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