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Plaga de langostas La plaga de langostas de África podría llegar a España 

No sería la primera vez que una epidemia de langostas llegase a la Península si las condiciones meteorológicas lo permiten. 

Un hombre intenta defenderse de un enjambre de langostas del desierto en Kenia. REUTERS / Baz Ratner
Un hombre intenta defenderse de un enjambre de langostas del desierto en Kenia. REUTERS / Baz Ratner

público/agencia

La plaga migratoria de langostas que está afectando a parte de los países del centro de África podría llegar a España con las condiciones meteorológicas adecuadas, según ha explicado el doctor Óscar Soriano, entomólogo e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC). Ha señalado que el final de la plaga que sufre África es "muy difícil" o casi imposible de predecir porque dependerá de las condiciones climáticas, las condiciones de las plantas y de las condiciones meteorológicas.

Precisamente, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) considera que la epidemia actual de langostas, que sufre buena parte de África es "la plaga migratoria más peligrosa del mundo" ya que el repunte de estos insectos que comenzó a finales de 2019 es la peor en los últimos 25 años en Etiopía y Somalia, y de los últimos 70 años en Kenia. La langosta, que necesita de unas condiciones meteorológicas, climatológicas y atmosféricas para proliferar como plaga, puede provocar efectos devastadores cuando la especie se comporta de forma gregaria.

En el continente africano la próxima producción de las cosechas en algunas partes de Kenia, Etiopía y Somalia peligra ante las nuevas oleadas de enjambres de langosta del desierto, una situación que amenaza la alimentación de pequeños agricultores y sus familias, según recuerda el PMA de la ONU.
​De hecho, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya advirtió el pasado mes de febrero que los enjambres de langostas se estaban extendiendo a una amplia zona, que en la actualidad comprende a Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda.

De acuerdo con el índice de control de seguridad alimentaria, más de 13 millones de personas en el este de África tienen falta de alimentos, pero la ONU estima que unos 9,7 millones de personas pueden verse afectadas por esta plaga en Kenia, Etiopía y Somalia, y otros 3,2 millones de habitantes en Uganda y Sudán del Sur. El PMA estima que el coste en materia de seguridad alimentaria después de que pase la plaga puede ser hasta 15 veces superiores.

El inicio de las lluvias en marzo y abril coincide con la regeneración de pastizales y plantación, lo que permite que una nueva ola de langostas se reproduzca.
En definitiva, el Programa Mundial de Alimentos estima que será necesarios 208 millones de euros para dar una respuesta humanitaria eficaz.

Barajas, zona cero de langostas

Es la peor plaga en los últimos 25 años en Etiopía y Somalia, y la peor de los últimos 70 años en Kenia

Esta plaga podría llegar a España, algo que ha ocurrido en distintas ocasiones entre el siglo XI y el siglo XX según recoge la publicación Las Langostas en España, que figura en la biblioteca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que concluye que "una vez se manifiesta con toda su virulencia" es "muy difícil de combatir".
A partir de finales del siglo XIX, de acuerdo con la publicación, en España se comenzó a hablar de lucha "biológica" contra las langostas a través de las diputaciones provinciales de Cuenca y Ciudad Real que comenzaron a fabricar un pienso realizado con harina y polvo de cadáveres de langostas muertas. Incluso se llegaron a fabricar jabones a base de langosta y aceite.

España no está exenta de sufrir plagas de langostas, no siempre procedentes de África, sino que existen zonas endémicas de plagas. La langosta es generalmente una especie centroafricana y norteafricana, pero en la zona del aeropuerto de Barajas puede haber plagas de saltamontes.

Esto obliga, según ha apuntado el investigador, a que AENA realiza un "control exhaustivo" de esas poblaciones para evitar daños a la navegación aérea. Además de por su capacidad depredadora, estos insectos, algo más grandes que un saltamontes, atraen a los pájaros que se alimentan de ellos, lo que puede aumentar el riesgo en los aeropuertos. Así, explica que una de las razones por las que en Barajas existen cetreros es precisamente para evitar plagas de saltamontes y ahuyentar a las aves depredadoras.

En España, la llegada de langostas depende de las barreras geográficas, por ello apunta que las zonas más propicias para sufrirlas son las mesetas ya que "difícilmente" pueden superar montañas. A estos perjuicios se añade el hecho de que lo "más" eficaz para combatirlos son los insecticidas, puesto que los más efectivos están "prohibidos" por su potencial perjuicio para la salud del ser humano y el medio ambiente.

Finalmente, indica que, de nuevo la capacidad de hacer frente a estas plagas depende de cada país y lamenta la existencia de un mercado negro de plaguicidas dañinos.

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