En Pompeya no había caries
Los primeros datos de un proyecto que investiga los hábitos, el empleo y las clases sociales de la población romana muestra que las víctimas de la erupción del Vesubio tenían dientes perfectos fruto de una alimentación sana
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ROMA.- Los habitantes de la Pompeya de hace 2.000 años, los que perecieron por la destrucción que causó la erupción del Vesubio en el 79 d.C, tenían dientes perfectos fruto de una alimentación sana, aunque huesos débiles debido al exceso de flúor en las aguas de los manantiales de los que bebían.
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El proyecto comenzó el pasado agosto, en el marco de la restauración de algunos de los llamados calcos de Pompeya, pero sobre 30 de ellos se concentrarán arqueólogos, antropólogos, radiólogos, odontólogos e ingenieros expertos en los escáner.
Las tomografías se realizan a los moldes de yeso que aprisionan los restos de los habitantes de Pompeya que murieron por la erupción del Vesuvio y con su resultado se pueden conocer detalles de su vida, costumbres, ocupación o su clase social.
La maquinaria utilizada es una moderna TAC de 16 cortes capaz de hacer un examen de todo el cuerpo en 100 segundos, explican los responsables del proyecto. El gran problema es "la densidad del yeso utilizado, pues es muy parecida a la densidad de los huesos y por ello ha sido necesario recurrir a la alta tecnología de una TAC de 16 cortes", explicó hoy el superintendente de Bienes Culturales de Pompeya, Massimo Osanna.