Este artículo se publicó hace 14 años.
"La prohibición del atún rojo era un duro golpe"
Alejandro Polanco. Director general de Recursos Pesqueros del MARM
El diplomático Alejandro Polanco (Madrid, 1959) realizó un giro aparentemente extraño en agosto de 2009. Pasó de embajador en Mauritania a director general de Recursos Pesqueros del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Él explica que no fue un cambio radical: Mauritania es el primer caladero para los barcos de la UE. Polanco llevaba cinco años defendiendo los intereses de los pescadores españoles en las costas africanas, y aterrizó la semana pasada en Doha para seguir haciendo lo mismo: parar como fuera la propuesta de Mónaco de prohibir el comercio internacional con atún rojo.
Sin CITES, ¿el atún rojo está condenado a la extinción, como dicen las ONG?
Esa afirmación es aventurada. Desde 2007, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) ha impuesto una importante reducción del tiempo de pesca, de dos meses a un mes, se ha recortado la cuota y se ha disminuido el número de barcos pescando. En España sólo tenemos seis cerqueros. Y cada uno de los atunes que se pescan tiene un carné de identidad. Son medidas que protegen mucho las pesquerías.
Sin embargo, la gestión de ICCAT es la que ha llevado la especie al colapso.
Digamos que la aplicación de las medidas del ICCAT en años anteriores fue más somera. Ahora son más estrictos. ICCAT falló en su momento y ahora ha rectificado.
¿También había descontrol en España?
Antes había decenas de cerqueros sin controles estrictos. Ya no, pero todavía ocurre en otros países.
¿La cumbre de Doha ha sido una victoria para la industria española?
Lo que es una victoria para la industria española es que haya obligaciones para los países que no cumplen las normas. Y, es cierto, una prohibición sin más del comercio internacional con atún rojo hubiera sido un golpe económico durísimo para la industria española.
Las propuestas europeas han sido rechazadas. ¿Es un fracaso diplomático?
No lo creo, porque le ha ocurrido lo mismo a EEUU. Necesitas dos tercios de los países para aprobar una propuesta. En cuanto se forma una minoría de bloqueo, no sale. Además, los informes científicos no son determinantes, como pasa con el atún rojo.
Japón ha defendido su postura en sus embajadas en todo el mundo invitando a sushi. Parece que España ha vendido la de la UE con la boca pequeña.
Hemos tenido un comportamiento impecable. Hemos defendido una propuesta que no era la ideal para nosotros. Y no con la boca pequeña, pero tampoco se trata de invitar a todos a copas.
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