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La reina española de los monos del Congo

Una veterinaria gallega dirige un santuario africano fundado por la primatóloga Jane Goodall

MIGUEL MARTÍN ÁLVAREZ

En Tchimpounga observamos a diario cómo la conducta del chimpancé se asemeja a la del ser humano de una manera sorprendente, mucho más de lo que algunas personas estarían dispuestas a aceptar'. Rebeca Atencia, 32 años, gallega de Vilasánchez, dirige desde abril de 2006 el Centro de Recuperación de Chimpancés de Tchimpounga (suroeste de la República del Congo), fundado en 1997 por la primatóloga británica Jane Goodall. Ubicado dentro de la reserva natural homónima de 7.000 hectáreas de superficie, acoge en la actualidad a cuatro monos cercopitecos, seis mandriles y 141 chimpancés, la mayoría huérfanos, rescatados de los cazadores furtivos y de los traficantes de especies.

Atencia inició su andadura en el continente africano en el Parque Nacional de Conkouati Douli, colaborando con la organización Help Congo en un proyecto de reintroducción de chimpancés en la selva congoleña. Allí llevaba cerca de diez meses trabajando y documentando el éxito del programa mediante seguimientos por radioemisores cuando Jane Goodall se fijó en su brillante labor. En esos tiempos, la científica inglesa conocida como 'la dama de los chimpancés' andaba dándole vueltas al proyecto de reintroducir los chimpancés de Tchimpounga en su medio natural.

«En los chimpancés hay ternura, mentira, avaricia y generosidad»

Necesitaba encontrar para ello a alguien con experiencia en tan delicada misión, que conociera el Congo, a sus gentes, se defendiera en su idioma, estuviera dispuesta a coordinar a más de 40 trabajadores, apasionada por ese trabajo y que fuera capaz de otorgarle dedicación plena, sin horario. Rebeca Atencia cumplía el exigente perfil. 'Los obstáculos que uno encuentra en el camino para llegar hasta aquí son muchos. Primero hay que quererlo de verdad, estar dispuesto a renunciar a la vida cómoda de Europa y al contacto con tus seres queridos. Organizar tu vida pasada para retomar una nueva conlleva su tiempo y su estrategia', detalla.

Desde sus comienzos hasta ahora, Atencia cuenta con la fortuna de poder compartir su pasión. Junto a ella, en el santuario de chimpancés, está Fernando Turmo, su marido, el coordinador de comunicación del Instituto Jane Goodall en el Congo. Su labor principal se resume en dos áreas: por una parte, la recopilación de material fotográfico y audiovisual que envía periódicamente a la central del instituto en Washington; por otra, llevar a cabo los proyectos publicitarios y de educación ambiental sobre la conservación del chimpancé y del frágil ecosistema de las selvas ecuatoriales en medios como radio, televisión, centros educativos y hasta en vallas publicitarias.

Sus destinos se juntaron en Madrid, precisamente en un centro de recuperación de chimpancés. 'El proyecto de trabajar con chimpancés fue decidido en España por los dos. Ella estaba trabajando como veterinaria en el safari de Aitana, en Alicante, y ya sabía lo que era trabajar con animales salvajes. Lo dejamos todo y partimos sin mirar atrás. Juntos comenzamos en Help Congo y juntos seguimos en Tchimpounga', relata Turmo.

«Están un paso por delante de los demás seres vivos, excepto el humano»

Hoy en día, el centro de recuperación se encuentra ya inmerso en la compleja misión de devolver a los simios a su medio. Para ello hay que encontrar territorios lo suficientemente seguros en la selva que cumplan unos requisitos: que no tengan cerca una población humana, que posean suficiente riqueza botánica para que los chimpancés dispongan de variedad de frutas y vegetales, salvaguardarlos en lo posible de la amenaza constante de la caza furtiva y, a la vez, que se trate de regiones con baja densidad de chimpancés salvajes. No sólo es ardua la búsqueda del territorio, también lo es contar con la necesaria financiación, pues necesitan comprar los terrenos, por ejemplo, de determinados islotes vírgenes enclavados en los grandes ríos que atraviesan la selva congoleña.

Mientras tanto, el contacto diario con estos primates en el centro de recuperación es un libro abierto de zoología y etología para la directora. Los conocimientos académicos previos de Atencia en veterinaria van enriqueciéndose a diario con la experiencia. 'Hemos observado que entre ellos existe organización de grupo, jerarquía, depresión, ternura, desesperación, ingenio, mentira, colaboración, generosidad, avaricia, perdón, etc.' Aunque las instalaciones del refugio son amplias y confortables para los chimpancés acogidos y salen a los bosques de la reserva guiados por los cuidadores. Atencia destaca que su curiosidad y tendencia a la vida salvaje les lleva a ingeniárselas para intentar escaparse: 'Hemos podido observar premeditación, uso de utensilios, colaboración, marcha bípeda, estrategia Cuando ves esto te das cuenta de que el chimpancé está un paso por delante del resto de los seres vivos, a excepción del ser humano'.

Reciclaje de móviles

La actividad de Atencia no se circunscribe al centro de recuperación. Para ella, la denuncia de los atropellos que sufre el medio ambiente en nombre del progreso es un tema prioritario. 'El Instituto Jane Goodall en España está promoviendo la campaña de reciclaje de móviles Movilízate por la selva para sensibilizar sobre el impacto de nuestra demanda de coltán en los ecosistemas del Congo'. También pone al descubierto que España, a la par con Inglaterra y Francia, es uno de los mayores consumidores de madera tropical del mundo. 'Una gran cantidad de toneladas de madera tropical llegan a España todos los años. Las selvas del mundo están pagando caro nuestro ritmo de vida y nuestra falta de interés sobre lo que pasa fuera de nuestras fronteras. Los puertos de nuestro litoral reciben barcos llenos de gigantescos árboles cortados. Selvas enteras están siendo descargadas en nuestra tierra para ser convertidas en mobiliario', denuncia Atencia.

La directora del centro entiende el trabajo con los grandes simios como parte de un proyecto de lucha por el planeta. 'La gente está empezando a reaccionar, a asociarse, a revolucionarse Esta energía está llegando a los gobiernos y éstos se ven obligados a escuchar. Sin embargo, es un proceso que llevará tiempo hasta que comience a ser más contundente y efectivo, quizás varias generaciones, es una batalla contra el reloj y contra lo que ya hemos dejado partir'.

 

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