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Las reservas pueden salvar el Mediterráneo

Una expedición recorre los ecosistemas que exploró Jacques Cousteau

 

TONI POLO

Primero el palo: el Meditarráneo está 'infinitamente' peor que hace 60 años. Luego la zanahoria: 'Esto tiene arreglo'. El biólogo marino Enric Sala, explorador de National Geographic, transmitió a la vez alarmismo y esperanza en la conservación del medio marino tras atracar ayer en el puerto de Barcelona junto con Pierre-Yves Cousteau, el hijo pequeño del mítico investigador Jacques Cousteau, a bordo del Alcyone.

El 4 de junio empezó en Marsella (Francia) una expedición en este barco para recorrer los ecosistemas marinos que exploró Cousteau hace décadas, pasando por cuatro reservas marinas del Mediterráneo: Scandola, en Córcega; las Illes Medes, en la Costa Brava; S'Espardell, en Formentera; y el archipiélago de Cabrera, también en las Baleares.

'Estas reservas son como máquinas del tiempo, un catálogo para ver las especies más vulnerables a la acción del ser humano, como el mero, el coral rojo y la cigala', explicó Sala. Ahí estriba la razón del optimismo del jefe del proyecto. Estas zonas demuestran que la reproducción de la fauna es posible: 'Cuando en unas aguas determinadas se deja de pescar, la vida regresa', dijo. Después de las primeras inmersiones en Marsella 'que fueron deprimentes por el panorama desolador que vimos', añade, las visitas a las zonas protegidas fueron una inyección de moral. El problema es que estas reservas sólo cubren el 0,01% del Mediterráneo.

Turismo sostenible

¿Por qué, entonces, no se crean más zonas naturales? Además de beneficiar al medio ambiente, los datos muestran que también son productivas para el sector pesquero. 'Los propios pescadores nos reconocen que están a favor de estas vedas de pesca porque repercuten en las aguas colindantes', dijo Sala. El biólogo se quejó de la falta de compromiso político: 'No se entiende que los esfuerzos sean irrisorios, porque el impacto económico es enorme, ya que atrae a mucho turismo ecológico. Lo malo es que no hay presión, hay muy pocos incentivos para políticas conservacionistas'.

Sala citó dos ejemplos para poner de manifiesto la situación: 'El 99% de los tiburones del Mediterráneo ha desaparecido en los últimos 100 años', dijo. 'Y sólo quedan 500 focas monje, en aguas tunecinas y turcas'. Se quejó de que estos datos no le importan a nadie. 'Si desapareciera el 90% de los árboles, todo el mundo pondría el grito en el cielo, pero la desaparición del 90% de los depredadores marinos no preocupa'.

Sala continúa con un ejemplo personal: 'Hace 60 años, Cousteau se bañaba en Marsella y veía meros; yo, hace 30, veía algunos peces, aunque ningún mero; hoy, los niños sólo ven medusas'. El hijo del mediático oceanógrafo también insistió en el papel clave que jugarán las generaciones futuras: 'Los tiempos de la concienciación deben dejar paso ya a la implicación ciudadana', declaró. 'Hay que pasar a la acción, empezando por el control de la pesca y de los residuos'.

El mensaje final de los dos expedicionarios es de optimismo: 'Si el Mediterráneo se puede recuperar, el resto de los mares también'.

Un barco moderno
El ‘Alcyone’, uno de los barcos de Cousteau, tiene 25 años y usa turbovelas, dos grandes mástiles que parecen chimeneas y permiten ahorrar el 30% de energía en la travesía.

Imágenes históricas
“Las imágenes que filmó el comandante son la referencia más antigua que tenemos del fondo marino”, dice su hijo.

100 años
La expedición de National Geographic conmemora el centenario del nacimiento de Cousteau.

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