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Una mujer marroquí comienza "una nueva vida" tras operarse en España para reconstruir su rostro deformado

"Me siento nacida de nuevo". Son las palabras que ha pronunciado la mujer marroquí después de haberse sometido a tres intervenciones quirúrgicas para reconstruir su rostro deformado por una enfermedad genética, que le causó rechazo social en su país.

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Samira Benhar, una mujer marroquí afectada por una severa deformidad debida a un tumor facial, que le acarreaba rechazo social en su país, explica la operación de reconstrucción del rostro que le practicó el doctor Pedro Cavadas. EFE/Miguel Ángel Polo

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MANISES.- "Me siento nacida de nuevo". Son las palabras que ha pronunciado la marroquí Samira Benhar después de haberse sometido a tres intervenciones quirúrgicas para reconstruir su rostro deformado por una enfermedad genética, que le causó rechazo social y problemas en su país. Samira ha comparecido hoy ante los medios de comunicación junto al cirujano Pedro Cavadas para contar su historia, que tiene "final feliz" para la mujer marroquí tras sufrir una cirugía reconstructiva que ha permitido paliar gran parte de las secuelas de una neurofibromatosis tipo I.

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La historia de Samira, que hoy se confiesa "muy contenta" y agradecida a todas las personas que le han ayudado "sin excepción, desde España a Marruecos", comenzó hace algo más de un año cuando estaba en un parque con sus hijos. Esta mujer de 39 años y con dos hijos de 9 y 12 años estaba "muy dañada" psicológica y físicamente por la enfermedad, una neurofibromatosis muy severa, que la hizo sufrir el rechazo social y particularmente el de su esposo.

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La intervención ha estado dirigida a conseguir la simetría del rostro para restablecer el aspecto

Una vez aquí, después de que Pedro Cavadas aceptara tratarla por considerarlo "un caso de una persona honesta queriendo ayudar a alguien a quien no conocía", en referencia a los colaboradores de Adra, empezó la reconstrucción de su rostro. Según Cavadas, "este tipo de situaciones hay que atenderlas si se puede", ya que la enfermedad no se cura pero sí se pueden paliar las secuelas al ser tumores que crecen en la mitad de la cara de forma masiva y con un volumen varias veces mayor que la otra mitad.

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