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Segunda detección de ondas gravitacionales

Participación española en el nuevo descubrimiento

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Ilustración de una fusión de dos agujeros negros, que genera ondas gravitacionales como las detectadas ahora. /LIGO

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En febrero de este año el Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), en Estados Unidos, anunció que había conseguido detectar por primera vez ondas gravitacionales, distorsiones en el espacio-tiempo predichas por Einstein. La señal, denominada GW150914, se registró el 14 de septiembre de 2015 en los dos detectores gemelos que tiene este observatorio en Livingston (Louisiana) y Hanford (Washington). Su origen estaba en la fusión de dos lejanos agujeros negros, según los científicos.

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Esta segunda señal de ondas gravitacionales se llama GW151226, llegó el 26 de diciembre del 2015 y es fruto de la colisión y fusión de dos agujeros negros

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La nueva señal, llamada GW151226, llegó a los detectores el 26 de diciembre del 2015 y se midió 1,1 milisegundos antes en el detector de Livingston que en el de Hanford. Esto ofrece una idea aproximada de la posición de la fuente en el cielo, que los expertos sitúan a 1.400 millones de años luz de distancia.

La astronomía de ondas gravitacionales es un nuevo medio revolucionario para explorar el universo

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Las ondas gravitacionales producidas por objetos como el par de agujeros negros estiran y comprimen el espacio-tiempo a medida que se propagan a través del universo. Este efecto de estiramiento y compresión, muy atenuado ya cuando llegó a la Tierra, es el que registraron los avanzados y sensibles detectores, llamados Advanced-LIGO por ser una versión mejorada de los de primera generación.

Participación española en el nuevo descubrimiento

La señal GW151226 fue identificada a tan solo 70 segundos de su llegada a la Tierra con algoritmos matemáticos. Aproximadamente un minuto después, se tenían las primeras indicaciones sobre su origen gracias a una técnica conocida como filtrado adaptado, donde se comparan los datos con predicciones de señales gravitacionales para encontrar la que coincide mejor.

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Segunda detección de ondas gravitacionales

El desarrollo de catálogos precisos de formas de onda basados en la relatividad general, imprescindibles para estudiar las fusiones de agujeros negros, es una de las actividades principales del Grupo de Relatividad y Gravitación (GRG), liderado por la investigadora Alicia Sintes desde la Universidad de las Islas Baleares, participante en el estudio.

Cálculos en Barcelona

El profesor Sascha Husa, miembro del GRG, ha tenido acceso al MareNostrum, el supercomputador más potente de España del Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que ha sido esencial para el desarrollo de estos catálogos. Tanto Sascha Husa como Sintes forman parte del Consejo de LIGO y han participado, junto con otros miembros del grupo de la UIB, en los artículos de estos descubrimientos.

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La señal fue identificada a tan solo 70 segundos de su llegada a la Tierra

Los observatorios LIGO están financiados por la National Science Foundation (NSF) de EEUU. Fueron concebidos, construidos y actualmente son operados por los institutos Caltech y MIT. El nuevo hallazgo, aceptado para su publicación en la revista Physical Review Letters, fue realizado por toda la colaboración científica LIGO (que incluye la colaboración británico-alemana GEO y el Australian Consortium for Interferometric Gravitational Astronomy), junto a la colaboración Virgo, otro detector de ondas gravitacionales situado en Pisa (Italia).

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