Este artículo se publicó hace 15 años.
Apple no quiere llamadas gratis en su iPhone
Skype capa su programa de telefonía por Internet para poder instalarlo en el móvil. Varias operadoras bloquean también su funcionamiento
Skype es un programa que sirve para tres cosas: hacer llamadas gratuitas desde el ordenador a otros usuarios del software, llamar a teléfonos fijos y móviles a un precio reducido y, por último, enviar mensajes instantáneos. Pero la versión para el iPhone de Apple , lanzada la semana pasada, solo permite lo último. Chatear, y poco más.
Cuando los clientes de Telefónica (que vende el iPhone en exclusiva para España) instalan Skype en el teléfono e intentan llamar a sus contactos, el mensaje que aparece, en inglés, es el siguiente: "No se permiten las llamadas Skype sobre redes 3G actualmente debido a restricciones que pueden haber sido incluidas en su plan de datos..." El programa recupera todas sus funciones si hay cobertura de un acceso WiFi a la red de telefonía fija. Pero entonces, el nuevo Skype deja de ser móvil.
El programa recupera sus funciones dentro de una red WiFiEl problema también lo tienen los clientes de la alemana T-Mobile, la francesa Orange, la división británica de Vodafone o los de ATT en Estados Unidos (todas con contratos exclusivos con Apple): es una restricción global. Pero, a pesar de lo que se puede leer en el mensaje que aparece en el iPhone, la limitación no viene impuesta por unas operadoras temerosas de que sus millones de clientes corran a una zona WiFi para ahorrarse el coste de la llamada, al tiempo que saturan de datos sus redes, sino de la propia Apple.
Prohibido fuera de zona WiFiAunque los dueños de Skype (los también propietarios del sitio de compras y subastas Ebay) siempre han querido trasladar su modelo de llamadas gratuitas del ordenador al móvil, esta vez no lo han conseguido. Fuentes de la compañía lo explican: "Las condiciones de Apple prohiben aplicaciones de voz de terceros que usen redes 3G". La prohibición aparece también en la licencia del SDK (el kit de desarrollo de programas) del iPhone, que tienen que cumplir todos los programadores que quieran hacer aplicaciones para este móvil. Fuentes de Apple recuerdan que la compañía no tiene por costumbre comentar nada sobre sus contratos o licencias.
"A Apple nunca le ha gustado que nadie meta mano en sus dispositivos"Para el consultor de IDC Jaime García Cantero las operadoras siempre han buscado controlar lo que pasa por su red. "Pero es la primera vez que hay un ejemplo concreto, que además protagoniza una empresa que no es operadora, como Apple", añade. Para Cantero, esta compañía siempre se ha apoyado en plataformas muy cerradas. "Lo fue con sus ordenadores, lo repitió con el iPod y ahora lo hace con el iPhone: nunca le ha gustado que nadie meta mano en sus dispositivos".
Pero, ¿qué gana Apple, que no es una operadora de telefonía móvil, prohibiendo programas de Voz sobre IP en sus teléfonos? Para García Cantero no se trata de lo que gana sino de lo que deja de perder. "Se olvida con frecuencia que Apple ha negociado con las operadoras a las que les ha concedido en exclusiva el iPhone quedarse con parte de la factura de teléfono, le interesa que consumas", señala.
Otra posibilidad, apuntada desde varios sitios de noticias estadounidenses, es que Apple esté preparando su propio programa para hacer llamadas VoIP desde el móvil para la nueva versión del iPhone que saldrá este verano. Sin embargo, el consultor de IDC no lo tiene tan claro. "Apple tiene muchos socios entre las operadoras y no les haría mucha gracia", explica.
"Skype en el móvil no genera dinero para nadie y ese es el problema" Bloqueado en AlemaniaUna de esas operadoras es la alemana T-Mobile. La compañía germana ni siquiera permitirá el uso de Skype desde zonas con cobertura WiFi. La razón la explicó un portavoz de la compañía a varios medios germanos: "Hay dos razones para esto: el alto nivel de tráfico de datos podría poner en peligro el rendimiento de nuestra red y porque nuestro clientes nos podría responsabilizar si Skype no funciona bien". Ni una palabra sobre su impacto en la facturación por llamadas.
También dos operadoras británicas avisaron hace unas semanas a Nokia que tomarían medidas si seguía adelante con su plan de instalar Skype en algunos terminales. Para García Cantero: "Skype en el móvil no genera dinero para nadie y ese es el problema".
Apple: una de cal y otra de arenaEnrique Dans . Profesor de Sistemas de Información en IE Business School.
La reciente decisión de Apple de aceptar la inclusión de Skype como aplicación para el iPhone ha puesto de manifiesto una estrategia de cal y arena: por un lado, ofrece a los usuarios evitarse las tarifas de las operadoras de telefonía móvil. Pero por otro, impide el uso de Skype a través de la red 3G, limitándolo únicamente a cuando el usuario tenga cobertura WiFi.
La decisión de Apple es contraria al principio de neutralidad de la red: el movimiento de los bits debe darse en función de la calidad de servicio contratada por los usuarios, no de limitaciones artificiales que privilegien o impidan unos tipos de tráfico sobre otros. Una neutralidad que, por otro lado, nunca ha existido realmente a nivel de Internet en redes móviles: en éstas, unos bits pueden ser “más iguales que otros” en función de los deseos de control de la operadora.
La Internet móvil vive una paradoja: si las operadoras no liberan su control, su desarrollo nunca será como el de la verdadera Internet. Si lo hacen, se arriesgan a convertirse en meras compañías de infraestructuras.
En realidad, se trata de una estrategia que la empresa Apple ha jugado de manera recurrente: ante un dispositivo disruptivo, como lo fue el reproductor mp3 iPod en su momento o el iPhone posteriormente, la compañía modera con sumo cuidado sus efectos sobre los sectores tradicionales afectados.
En el caso del iPod y de la tienda de música iTunes, Apple mantuvo durante mucho tiempo unas restricciones en forma de DRM que no tenían ningún sentido ni para su negocio (el verdadero margen para Apple está en la venta de iPods), ni para sus clientes, que optaron por adquirir menos de un 4% de sus productos en dicha tienda (se estima que el 96% del material almacenado en todos los iPods del mundo proviene de fuentes diferentes a iTunes, a pesar de lo cual la tienda genera beneficio y se considera un éxito).
Con el iPhone, Apple está jugando el mismo juego, pero esta vez con las empresas de telecomunicaciones: como en el caso de las empresas de contenidos, sabe que las necesita y que sus movimientos con respecto a ellas deben ser cautelosos para evitar reacciones virulentas. Apple es perfectamente consciente de que un iPhone no es un teléfono, sino lo que podríamos denominar un “wearable computer”, y que, por tanto, la posibilidad de instalar aplicaciones como Skype que resulten disruptivas para el modelo de negocio de las empresas de telecomunicaciones existía desde un principio.
De ahí la limitación fijada por la propia compañía, para evitar convertirse en un mal socio de unas empresas cuya colaboración, después de todo, le resulta fundamental. Finalmente, nadar y guardar la ropa: cal y arena.
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