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Del mundo virtual al espacio exterior

Richard Garriott inicia hoy su viaje hacia la EEI como sexto turista espacial

BLANCA SALVATIERRA

Richard Garriott (Cambridge, Reino Unido, 1961), más conocido como Lord British desde su etapa de estudiante en EEUU debido a su acento británico, creció rodeado de personas que habían viajado al espacio. Su padre era astronauta, y pasó parte de la infancia y adolescencia en Nassau Bay, en Houston -una zona residencial elegida por los empleados de la NASA por su proximidad con el Centro Espacial Johnson-, lo que le imprimió el deseo de embarcarse en una aventura espacial

Garriott, tras nueve meses de pruebas y entrenamiento, tiene previsto partir hoy desde Baikonur, en Kazajistán, a la Estación Espacial Internacional a bordo de la Soyuz TMA-13. Le acompañan el cosmonauta ruso Yuri Lonchakov y el estadounidense Michael Fincke.

Se convertirá así en el sexto turista en viajar al espacio, siguiendo los pasos de su padre, el ex astronauta de la NASA Owen Garriott, quien llevó a cabo misiones espaciales en Skylab -la primera estación estacial estadounidense- en 1973 y en Spacelab-1, en 1983. Para vivir su propia experiencia, Richard Garriott ha seguido un camino muy distinto al de astronautas como su padre. Cuando era un adolescente, un médico le comunicó que contaba con un defecto en la visión que le impediría formar parte de un programa espacial como astronauta. Como él mismo ha detallado a la revista Wired, esta noticia provocó que se plantease la siguiente pregunta: 'Quién es él [el médico] para decirme qué puedo y no puedo hacer?'. Treinta años después, y tras emplear treinta millones de dólares en ello, Garriott verá cumplido su sueño.

En 2001, Rusia empezó a comercializar plazas de pago para astronautas no profesionales en sus naves orbitales. La compañía Space Adventure, intermediaria de estos viajes, ha realizado cinco proyectos previos a éste. Garriot será el cuarto turista espacial que ha conseguido la inversión necesaria para pagar su viaje trabajando en proyectos relacionados con la tecnología.

Espacios de fantasía

El apodo Lord British es uno de los más populares para los aficionados a los juegos de fantasía y rol. Los 29 videojuegos que ha creado Garriott han vendido más de 100 millones de copias. El más popular, la saga Ultima, salió a la venta cuando Garriot aún no había cumplido 20 años. Gracias a los ingresos de la primera y segunda entrega de lo que se terminaría convirtiendo en uno de los universos virtuales más populares de la historia, Garriot creó su propia empresa, Origin System, que vendió a Electronic Arts, una de las mayores compañías del sector.

Durante ocho años más, Garriott siguió creando sus mundos para este gigante del software hasta que lo que él pensaba que debía ser un buen videojuego y los plazos de entrega y producción fueron conceptos irreconciliables. Fue entonces cuando abandonó la compañía y decidió volver a desarrollar su talento en una empresa pequeña.

La carrera profesional de este admirador de la mitología, como demuestran sus videojuegos, deja claras dos premisas. En el plano virtual, Garriot es un férreo defensor de que el jugador se sienta el protagonista de los mundos que desarrolla. En el nuevo espacio hacia el que ahora se dirige, defiende que hay posibilidades de negocio que no se están explorando lo suficiente.

Él será el primer turista espacial que llevará a cabo experimentos científicos por encargo de organizaciones privadas. Garriott, que reconoce que ha trabajado toda su vida para poderse permitir los 30 millones de dólares que abonará por su aventura espacial de 11 días, forma parte de varias iniciativas. Entre ellas, realizará fotografías de la Tierra por encargo privado con un coste de 225 dólares (unos 165 euros). También participará en tres experimentos preparados por la NASA: medir los efectos de un vuelo espacial sobre el sistema inmunitario, estudiar las características del sueño y los efectos de la microgravidez sobre el medio ambiente.

Charles Simonyi, ejecutivo de la compañía Microsoft, será el primer turista espacial que repetirá experiencia tras su viaje de 2007. Garriott ya ha avanzado que el que ahora comienza no será su último viaje al espacio y que se ha fijado un plazo de 10 años para repetir la aventura.

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