Este artículo se publicó hace 14 años.
El trasvase no salvará Las Tablas
El parque ha recibido 14 trasvases de agua desde 1986, pero volverá a estar seco el próximo año, opinan los expertos. El problema son las decenas de miles de pozos ilegales
El trasvase de emergencia ordenado por el Gobierno para inundar el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y apagar los fuegos subterráneos que lo consumen no servirán para salvarlo. Dentro de un año, este volverá a estar casi seco si no se realiza una nueva aportación, ya que las reservas de agua de las que se alimenta el humedal están muy mermadas. Así lo explica Luis Moreno, miembro de un equipo del Instituto Geominero que analiza el subsuelo del parque. "La nueva obra garantiza un año sin incendios, no más", comenta Moreno. "La pregunta es, ¿habrá un trasvase todos los años?", añade.
"El parque ha estado prácticamente muerto y ahora lo han despertado", opina el investigador del CSIC Santos Cirujano. "Ahora hay que consolidarlo", advierte.
José Jiménez, director general de Medio Natural y Política Forestal, asegura que habrá trasvase hasta 2012. Después serán necesarios métodos alternativos para que el parque siga siendo un humedal "Tenemos tres años para buscar una solución alternativa", comenta.
El agua trasvasada no se queda en Las Tablas porque el acuífero del que se alimentaban sus lagunas se deseca a través de miles de pozos legales e ilegales, según denuncian las organizaciones ecologistas y el propio Ministerio.
Las reservas de agua de las que se alimenta el humedal están muy mermadas
"Cuando no había sobreexplotación siempre hubo agua en Las Tablas", explica Miguel Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción. La organización señala que hay entre 10.000 y 50.000 pozos ilegales que extraen agua del llamado Acuífero 23, que sustentaba al Parque Nacional. En total, faltan unos 3.000 hectómetros cúbicos, cada uno equivalente a un estadio como el Santiago Bernabéu lleno de agua.
La situación ha llegado a ser tan crítica que la propia Unesco amenazó con retirar el título de Reserva de la Biosfera a Las Tablas en 2008. Un año más tarde, la sequía de años favoreció un incendio de la turba carbón vegetal que hay en parte del subsuelo del parque.
"Antes, la turba salía chorreando de agua y ahora sale como cartón", recuerda Moreno, que denuncia que "se dejó que el Parque se secase demasiado", a pesar de las alertas de su equipo.
"Antes, la turba salía chorreando de agua y ahora sale como cartón"
El Gobierno aprobó en noviembre un trasvase de emergencia desde los embalses del Tajo, que ya está llegando a Las Tablas a través de una tubería ideada para abastecer de agua potable a poblaciones manchegas. El Ministerio de Medio Ambiente pretende volver a anegar el parque por completo con el trasvase, explica Jiménez. "No se volverá a producir una sequedad de turbas como la existente", asegura, y señala que el trasvase se encuentra aún en fase de pruebas y bombea a Las Tablas unos dos hectómetros cúbicos al mes. En unos 15 días el ministerio evaluará la situación del Parque y decidirá cuánta agua se bombea. Aunque el máximo aprobado son 20 hectómetros cúbicos, Jiménez confía en que no se necesitará tal cantidad y que "posiblemente" sólo haya que transferir diez.
Las obras para el trasvase, que visitó el sábado la ministra Elena Espinosa y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, han costado 18 millones de euros.
Oposición ecologistaLas principales organizaciones ecologistas critican duramente el trasvase y exigen que el parque se recupere con agua de la cuenca del Guadiana, a la que pertenece Las Tablas. "No queremos más trasvases", comenta Alberto Fernández, portavoz de WWF. "Es un dinero tirado a la basura", añade. Las ONG señalan que el agua que reciba el parque llegará de otro lugar en el que es muy necesaria pues la cuenca del Tajo está "en situación de sequía", según Hernández.
"No se puede mantener un parque nacional, que es el mayor ejemplo de un ecosistema natural, de forma artificial", opina David Holowell, de SEO/Birdlife.
Faltan 3.000 hectómetros cúbicos, cada uno equivalente a un Bernabéu lleno de agua
Pero esta no es la primera vez que Las Tablas usa agua prestada. Desde 1986, el parque ha recibido 14 trasvases, recuerda Cirujano. "Si no se hubieran hecho esas obras el parque no existiría, hay que ser realista", comenta.
El experto opina que hay que aceptar que el parque no volverá a ser lo que era. Las Tablas será un humedal "fluctuante" y habrá "que asumir que estará seco algunos años". Cirujano participó en un informe remitido a Medio Ambiente en 2008 en el que se proponían diferentes fuentes alternativas para salvar Las Tablas de la desaparición. Una de ellas eran nuevos trasvases, aunque desde embalses más cercanos. También la compra de pozos de regadío por parte del parque.
El Gobierno ya está aplicando algunas de esas prácticas, como la compra de derechos de riego a agricultores para reconducir el agua a Las Tablas. Jiménez reconoce que al acuífero que alimenta el parque le faltan 3.000 hectómetros cúbicos que "no se van a recuperar pronto". Añade, además, que las alternativas que buscará su departamento a partir del año 2012 estarán prioritariamente en la cuenca del Guadiana. "No vamos a permitir que vuelva a haber fuego", concluye.
Un ecosistema muy preciado pero muy poco protegido¿Qué son Las Tablas de Daimiel?
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) está formado por 1.928 hectáreas de humedales. Fue declarado Parque Nacional en 1973 y, posteriormente, Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1981. También es Humedal de Importancia Internacional por el Convenio de Ramsar en 1982 y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 1988.
¿Por qué es importante?
Los humedales de Daimiel representan el último ecosistema denominado tablas fluviales, formadas por desbordamientos de ríos en sus tramos medios, lo que provoca grandes encharcamientos. Estas masas de agua favorecen la biodiversidad y una fauna de alto valor ecológico.
¿Cuál es su situación actual?
“Crítica y agónica”, según varias organizaciones ecologistas. De las 1.750 hectáreas consideradas inundables, el agua cubrió sólo 35 hectáreas en 2006 y 15 en 2009. La situación del parque ha empeorado mucho en los últimos cuatro años debido a una fuerte sequía. La Unesco amenazó en 2008 con retirar el título de Reserva de la Biosfera, lo que decidirá en 2015. El año pasado se detectaron incendios en el carbón vegetal (turba) que hay en el subsuelo del parque.
¿Por qué se han secado?
Expertos, ecologistas y el propio Ministerio de Medio Ambiente reconocen que las Tablas se han secado debido a la sobreexplotación del acuífero que alimenta el parque. El portavoz de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Hernandez, sostiene que existen un mínimo de 10.000 pozos ilegales en la zona, aunque la cifra podría superar los 50.000. Advierte de que el problema se agrava por culpa de aquellos agricultores que sí tienen licencia pero que extraen más agua de la que les está permitida. Según WWF, hay muchos agricultores que riegan el doble de lo que le permite su licencia. Los ecologistas proponen usar agua de la propia cuenca del Guadiana y un mayor compromiso para la erradicación de los pozos ilegales.
¿Qué solución propone el Gobierno?
El pasado 6 de noviembre el Consejo de Ministros aprobó un trasvase de emergencia desde el Tajo de un máximo de 20 hectómetros cúbicos a través de la Tubería Manchega. El proyecto ha costado 18 millones de euros, incluyendo los proyectos para compactar la tierra de Las Tablas para ahogar los focos y bombear agua desde los pozos existentes. La obra está aún en fase de pruebas y lleva a Las Tablas unos dos hectómetros cúbicos de agua al mes.
¿Qué pretende esta medida?
Fue concebida para sofocar el incendio subterráneo que sufre el parque y mejorar su estado. Las recientes lluvias han beneficiado la situación de Daimiel, por lo que el Ministerio de Medio Ambiente afirmó ayer que “quizá no es necesario aportarla toda”.
¿Hasta cuándo habrá trasvases?
El actual trasvase estará disponible hasta 2012, según el director general de Medio Natural y Política Forestal del Ministerio de Medio Ambiente. Después, el departamento buscará medidas “alternativas” para paliar la situación que incluirán usar agua de la cuenca del Guadiana, utilizar nuevos pozos que ahora están en construcción para rellenar las lagunas y comprar a los agricultores sus derechos de regadío.
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