Menú del día: grillos salteados con calabacín o si lo prefieren, también pueden degustarlos envueltos en un delicioso medallón de chocolate. Son tan frescos que puden verlos correteando por la barra antes de que caigan en la sartén. Asi que no es de extrañar que algunos tengan que contar hasta tres y respirar hondo antes de probar esta nueva delicatessen. Insectos y gusanos son lo último en comida sana al menos, en Bélgica, pionera en la autorización y el consumo de insectos como alimentos. En la fábrica de la marca "Green Bugs" envasan de todo aunque su  superventas son los Tenebrio Molitor, más conocidos como gusanos de la harina, en salsa de zanahoria. "Son muy nutritivos, como casi todos los insectos, casi no engordan y su cultivo es muy ecológico", resume el dueño de la marca. Y ya están también en los supermercados belgas. Otra cosa es la reacción que provocan en los consumidores a los que no les da miedo su sabor sino la textura. Para que la gente se anime a probarlos, se están incorporando en comedores como el de la Universidad de Bruselas, en la capital. Aunque para que los estudiantes piquen, se les dan formas conocidas como la de una hamburguesa o palitos rebozados. Como recuerda uno de los jóvenes que los come a diario: "Si tomamos casquería, hígados, riñones...¿por qué iban a darnos repelús los insectos?". Y no están sólos. La propia FAO, la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, dice que son el futuro. Asi que sólo tienen que elegir el que más les guste de los que están autorizados: grillo, gusano, polilla o langosta africana.