Este artículo se publicó hace 15 años.
El VIH muta según el área geográfica y se adapta a las defensas
El hallazgo hace prever que será difícil lograr una única vacuna frente al VIH
La capacidad de mutación del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es bien conocida por los científicos. Pero ahora, un equipo internacional de investigadores ha apuntado una nueva característica en las complejas variaciones que experimenta el patógeno. El VIH se adapta al entorno geográfico de su huésped y muta para que las defensas del organismo no puedan acabar con él, según un estudio publicado hoy en la edición on-line de Nature.
El coordinador científico del Instituto de Investigación de Sida IrsiCaixa, Christian Brander, cree que este hallazgo tiene importantes implicaciones prácticas. La más destacada, la que se refiere a la fabricación de una hipotética vacuna frente al VIH.
Aunque Brander reconoce que "aún no se sabe lo que se necesita para fabricarla", cree que el estudio del que él es uno de los firmantes sí hace prever que será difícil desarrollar una única inmunización contra el sida. "Aún no sabemos si necesitaremos dos o veinte, pero no creo que consigamos librarnos del virus con una sola", subrayó a Público.
Sin embargo, Brander no cree que el hallazgo publicado hoy sea negativo, porque implica que el sistema inmunológico "puede luchar contra el virus, por eso tiene que mutar, para responder a esa presión".
Casi 3.000 participantes
Para llegar a sus conclusiones, el equipo dirigido por el investigador de la Universidad de Oxford Philip Goulder analizó los virus que infectaba a nueve cohortes de personas seropositivas distribuidas entre los cinco continentes. En total, participaron más de 2.800 individuos.
Se observó que las diferencias globales entre los distintos virus se debían a la evolución de estos patógenos según su respuesta al perfil genético local más dominante.
Uno de los focos de interés de los científicos desde que se descubrió el VIH y se observó su facilidad para expandirse de forma rápida y extensa, ha sido la interacción entre los genes que codifican los antígenos leucocitarios humanos (HLA, de sus siglas en inglés), encargados de la respuesta inmunitaria al VIH, y los que codifican las proteínas del propio virus. Las moléculas HLA presentan fragmentos de proteínas del VIH en la superficie de las células infectadas, lo que permite que las células CD8 (un tipo de defensas) lo reconozcan y puedan luchar contra él.
Un trabajo del mismo equipo, publicado en 2006, había demostrado cómo en Suráfrica el virus se había adaptado a un HLA concreto, mutando para no ser detectado. Pero lo curioso es que las personas que presentaban ese HLA pero habían adquirido el virus en América del Norte o Europa donde no era frecuente presentaban fuertes respuestas inmunitarias y eran capaces de mantener la replicación del virus a un nivel bajo incluso sin terapia. Según explica Brander, el nuevo trabajo ahonda en este concepto y va más allá, demostrando que el concepto tiene "dimensión global". Ahora, los científicos se preguntan si algunas personas lucharán con más éxito contra el VIH si se infectan en lugares lejanos a su residencia, pero aún no hay conclusiones al respecto.
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