Este artículo se publicó hace 13 años.
"Ahora tengo acceso a papeles de blanco"
Entrevista con Laurence Fishburne.
De sus 50 años de vida, Laurence Fishburne ha pasado cerca de 40 trabajando en el cine. En su nómina aparecen nombres como Steven Spielberg, Clint Eastwood y Spike Lee, así como papeles tan definitorios como el Ike Turner de Tina, por el que obtuvo su única nominación al Oscar, o el Morfeo de la saga Matrix, que le reveló por fin ante el gran público. Su nuevo reto consiste en conseguir brillar entre la concentración de estrellas de Contagio, lo nuevo de Steven Soderbergh, donde interpreta a un doctor a cargo de la agencia de salud pública estadounidense, que deberá frenar el avance de una pandemia vírica que se expande a lo largo del planeta. Su efecto secundario: a la salida se evita el contacto físico como la peor de las pestes. La película se estrenó ayer.
La pregunta que se hace el espectador es cómo reaccionaría ante una epidemia semejante. ¿Cómo lo haría usted?
"Los latinos no tienen una presencia proporcional en el cine que se hace hoy"
Intenté no hacerme esa pregunta, tal vez porque no estaba muy seguro de la respuesta. Preferí concentrar mi atención en los doctores que ocupan posiciones similares a las de mi personaje. Me entrevisté con algunos de ellos para que me asesoraran sobre el papel y, durante cada encuentro, no dejaban de mirar el móvil, donde recibían notificaciones sobre los brotes con potencial epidémico que aparecen en todo el planeta. De algún modo, me tranquilizó saber que alguien estaba a cargo de luchar contra estos peligros.
En Contagio', Soderbergh encuentra el punto medio entre el cine de palomitas y sus experimentos de vanguardia.
Esa es una de las razones por las que quería trabajar con él. Ya logró algo parecido con Traffic, aunque esta vez ha rodado de una forma más cruda, como si fuera un documental. Me interesó que el contenido científico fuera tan riguroso y que la película sucediera en tantos lugares del mundo a la vez. Lástima que dejaran fuera del metraje la subtrama que sucedía en Abu Dabi. Sí, hubo cambios en el montaje, porque los test con espectadores pedían más ciencia, más escenas de laboratorio. Sorprendente, pero debe ser buena señal.
"Haber visto antes a presidentes negros en el cine ayudó a no sentir pavor con Obama"
Comparte pantalla con Kate Winslet, Matt Damon, Gwyneth Paltrow y Jude Law. Recuerda al cine de catástrofes de los setenta.
Sí, es casi como El coloso en llamas. En aquella época, era normal que Paul Newman, Steve McQueen y William Holden estuvieran en una misma película. Ahora lo es mucho menos. Desde entonces, el coste de una película se ha multiplicado por diez, así que ya no hay dinero para juntar a tantas estrellas a la vez.
¿Cómo ha cambiado el cine desde sus inicios?
"El Tea Party es una especie de broma. Ni siquiera los considero peligrosos"
En los últimos 15 años, se ha producido una revolución. La diferencia entre el Hollywood de hace una década y el de hoy es abismal. Los nuevos medios, internet y cosas como Netflix en EEUU lo han cambiado todo. El consumo de películas ha cambiado para siempre. ¿Quién hubiera pensado a mediados de los noventa que a Blockbuster le quedaba una década de vida?
¿Siente nostalgia por esos tiempos?
Sí, siento un poco de nostalgia. Pero creo que hay que saber aceptar la realidad. Y la realidad es que Blockbuster ya no existe [risas]. En cualquier caso, mi trabajo no cambia y creo que nunca cambiará. Por muchos Avatar que se rueden, la interpretación siempre se encontrará en el centro de la película.
Es curioso que se sienta nostálgico de ese cine, cuando participó en una película tan revolucionaria en Hollywood como 'Matrix'.
Es verdad. Contribuyó a cambiar muchas cosas: la moda de películas inspiradas en el mundo del cómic, la forma de rodar las escenas de acción, la influencia del cine de acción asiático en el mundo occidental Personalmente, como espectador soy más de películas como Contagio: un thriller normal y corriente, inteligente y emocionante. Un cine entretenido y astuto que ya no está muy de moda.
¿Qué recuerda de los días del nuevo cine negro de los noventa? ¿Por qué desapareció?
Principalmente, porque hoy resulta imposible financiar este tipo de películas. Todos esos fenómenos suelen ser efímeros. Aunque directores como Spike Lee, John Singleton, Gary F. Gray o Antoine Fuqua siguen plenamente en activo. Hoy tal vez tendría más sentido que apareciera una nueva ola de cineastas latinos, que son la primera minoría en EEUU, pero no tienen una presencia proporcional en el cine que se hace hoy.
¿Qué hay de Man of Steel', el reboot' de Superman'?
Empezamos a rodar este mes en Chicago. Interpreto a Perry White, el editor del Daily Planet. Dirige Zack Snyder, que es uno de los director que mejor ha trasladado el universo de las novelas gráficas al cine. A nivel visual, lo que hace es simplemente espectacular. ¿A qué tipo de periodista interpretaré? ¡Seré el jefe! [risas]. En lugar de responder a sus preguntas, tendría que estar interrogándole sobre cómo le tratan sus jefes.
No deja de interpretar a jefes. ¿Considera que impone?
Tal vez un poco, pero sólo desde que cumplí los 50 [risas]. De hecho, todo esto es relativamente nuevo. Ya sabe que, en los setenta, los personajes negros eran los primeros en morir. Nunca me habrían propuesto interpretar a jefes en aquella época. Creo que, con el tiempo, he acabado teniendo acceso a papeles de blanco. Y lo mismo actores como Morgan Freeman, Denzel Washington y Forrest Whitaker. Hemos pasado a formar parte de lo mainstream. Yo ya no me siento un outsider. Si aparezco en el nuevo Superman será que he dejado de serlo.
¿Que actores negros interpreten papeles de hombres poderosos ha tenido efectos en la sociedad?
Imagino que sí. Morgan Freeman ha interpretado al presidente e incluso a Dios. Por ejemplo, cuando ganó el presidente Obama, creo que el hecho de haber visto antes a presidentes negros en el cine o a mujeres presidentas en series de televisión ayudó a que la gente contemplara esa posibilidad sin sentir pavor.
A pocas semanas del tercer aniversario de la victoria de Obama, ¿se siente tan decepcionado como la mayoría de votantes demócratas?
Que intenten hacer el trabajo del presidente Obama y luego veremos quién está decepcionado. Yo creo que, vista la situación que heredó, no podía hacerlo mejor. Teniendo en cuenta que se ha enfrentado a dos guerras una de ellas más larga que la Segunda Guerra Mundial y una economía al borde del colapso, no estoy nada decepcionado. ¿Que si ha tenido que ceder terreno? Por supuesto. Pero es que gobernar significa hacer concesiones. Ya me dirá cómo se dirige un país sin hacer concesiones
¿Ha retrocedido el racismo desde que Obama es presidente?
Creo que aún existe un gran rechazo y resentimiento respecto al hecho de que el tipo que nos gobierna es negro. Cuando ganó las elecciones, me dije que todo ese racismo se externalizaría de algún modo. El resultado es el Tea Party. Pero me parecen una especie de broma. Ni siquiera los considero peligrosos.
Por último, ¿es cierto que mintió a Coppola para que le contratara en Apocalypse Now'? La leyenda cuenta que le dijo que tenía 17 años, cuando en realidad acababa de cumplir 14.
Sí, les mentí para que me contrataran. Pero Coppola sabía perfectamente que no decía la verdad. Todavía pienso de vez en cuando en ese niño. Creo que se ha convertido en un buen actor [risas].
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