Un dinosaurio, un limpiabotas y un cirujano maligno. Podrían ser los tres cabecillas de un chiste. Pero no, son personajes de las tres películas que más aparecen en las quinielas de la Palma de Oro, que se entrega en Cannes esta noche. El Árbol de la vida, de Terrence Malick; Le Havre, de Aki Kaurismäki y La piel que habito, de Pedro Almodóvar, son las tres favoritas para buena parte de la crítica. Ahora bien, será el jurado que preside Robert de Niro el que tome la decisión final.

La película de Terrence Malick es quizás la opción más espinosa, por la división y el desconcierto que generó. Pero también es una película de naturaleza tan excepcional, un extraordinario espécimen cinematográfico que sería descabellado pensar que pueda irse de vacío. Si no fuera la Palma de Oro, el Gran Premio del Jurado podría organizar la potencial falta de consenso del jurado en un segundo premio de peso, aunque menorrelumbrón.

Sin embargo, el limpiabotas protagonista de Le Havre de Aki Kaurismäki pisa fuerte con sus zapatos recién encerados. Sin duda, ha sido la obra más aplaudida por la crítica, la que menos divisiones ha generado y el filme que se ha llevado ya el primero de los galardones importantes que no concede el jurado de la competición oficial. Le Havre recogió ayer el premio Fipresci que entrega la crítica internacional. El jurado podría valorar una película mucho más accesible que la de Malick, y su mensaje esperanzado en tiempos aciagos además de la perfecta consumación del particular mundo de Kaurismäki,merece el premio que se le ha negado hasta ahora.

Finalmente Almodóvar ha generado una ola de admiración por su valiente cambio de registro formal en La piel que habito. Ahora bien, el consenso no es tan unánime como en el caso de Kaurismäki. El thriller fantástico del manchego, protagonizado por Antonio Banderas, es sorprendente y valiente como para fascinar a un jurado que sabe que al manchego ansía la Palma de Oro. El hecho de que el director haya conseguido llevar a ese mundo almodovariano tan admirado los códigos del género fantástico y de terror puede ser definitivo para la decisión del jurado.

No habría que olvidar en ningún momento a los hermanos Dardenne, que con El niño con bicicleta cautivaron a toda la crítica. Sólo va en su contra que los belgas ya tienen dos Palmas de Oro. Un premio a la dirección podría ser la The Artist, de Michel Hazanavicius, un homenaje a los inicios del cine enHollywood que podría funcionar para premios menores, como el de interpretación masculina para Jean Dujardin. Y en el rubro de actriz pocos nombres suenan más que Kirsten Dunst, la actriz protagonista de Melancolía, malograda por las palabras necias de Lars von Trier. La suerte está echada. Señor De Niro, dé su veredicto.