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Buen mordisco

 

 

RUBÉN ROMERO

'Noche de miedo'

EN SÍNTESIS

No se puede tener todo: Charlie Brewster piensa que tiene más éxito en el instituto que Justin Bieber en una guardería, pero su vida cambia cuando conoce a un vecino del que se sospecha que tiene una doble vida. En concreto, una vida basada en quitarle la suya a los demás.

COMENTARIO

Con el 'remakea que algo queda' por montera, Hollywood se ha entregado a una autofagocitación de lo más ponzoñosa, especialmente de los clásicos del terror ochentero, excusada con el dichoso 3D de marras. 'Noche de miedo' destaca por encima de la mera práctica comercial. Gillespie (realizador de Cuestión de pelotas' y de Lars y una chica de verdad') no llega a la categoría de autor, pero por lo menos le pone ganas y personalidad autoparódica a esta revisión del clásico VHS del 85. Alrededor de un gran Colin Farrell, recoge el guante de la modernización del eterno vampiro como chulapón womanizer' a lo True Blood' y, si no lo lleva más allá, sí que lo deja en buen lugar. Tiene sexo y risas: ¿Qué más se le puede pedir a una noche?

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