'Buried' resucita las pujas y el furor en Sundance

A las 23.30 del pasado día 23, Buried, el thriller del español Rodrigo Cortés protagonizado por Ryan Reynolds (La proposición, Adventureland), se proyectó por primera vez en Sundance. A las 17.30 del día siguiente, se cerraba el trato por el que la distribuidora Lionsgate se hacía con los derechos para Estados Unidos de la película, después de que se hubiera desatado una guerra de pujas, cuyo calibre Sundance no conocía desde hacía años.

"Estamos muy sorprendidos", dijo ayer a Público el director de Concursante (2007) desde Park City, sede del festival de cine indie. "No podemos dar los detalles del acuerdo pero se habla de que es la mejor compra que se ha cerrado en Sundance en años", añadió. Variety apuntaba ayer a que Lionsgate habría pagado entre 3 y 4 millones de dólares por la historia de un contratista que es enterrado vivo en Irak.

"Es uno de los thrillers más intensos que hemos visto nunca y estamos convencidos de que nos la vamos a llevar a casa", corroboró Jason Constantine, responsable de adquisiciones de la distribuidora, que ha garantizado a Cortés un lanzamiento robusto en el mercado americano de cara al otoño.

La historia de Buried es, desde su inicio, una carrera contrarreloj. En marzo de 2009 le llegaba a Cortés un guión firmado por Chris Sparling, en julio estaba reuniéndose con Reynolds y poco después empezaban juntos el rodaje en Barcelona. "Acabamos de editarla 15 minutos antes de que expirara el plazo para Sundance", asegura.

Cortés reconoce que contar con una estrella en ascenso ha ayudado a Buried, "sobre todo si hace una interpretación obscena, una demostración de genio que debería estar prohibida", bromea. Pero, para el director, la clave ha sido que la película consigue romper el escepticismo inicial, que ponía en duda que un filme que sucede en el interior de un atáud durante 90 minutos pudiera mantener la emoción.

Ahora le están lloviendo ofertas. "Lo mejor que puedo hacer es estar tranquilo y observar, todo ha ido demasiado rápido", dice, y se marcha a toda prisa a una reunión.