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"Busco soluciones a la crisis como cualquier padre de familia"

Mañana sale a la venta, 'Diez', un disco que recorre la década de Antonio Orozco sobre los escenarios

ROCÍO PONCE

Antonio Orozco celebra que han pasado diez años desde que un buen día en una pequeña discográfica independiente le dio un apretón de manos al productor Pepe Rosero. ‘Un reloj y una vela' vio la luz y desde entonces la música permite que Orozco viva como quiere: 'contando y cantando el mundo'.

El disco que mañana se publica, ‘Diez', es un regalo a su público incondicional: 'Hay canciones que para ellos eran muy importantes y nosotros no lo supimos ver en su momento', explica a Público.

Las versiones de los temas que componen este nuevo disco no tienen nada que ver con las canciones anteriores, 'se parecen en la letra y nada más'. 'Nos hemos atrevido a vestir de nuevo las canciones más importantes de mi vida y traerlas a la actualidad', recuerda el cantante. Y todo eso acompañado de músicos como Doug Emery al piano, Dan Warner a las guitarras, Jean Rodríguez en los coros, Aaron Sterling a la batería y Sean Hurley en el bajo, estos dos últimos componen el trío con John Mayer. Los arreglos han sido compuestos y grabados por Davide Rossi, habitual arreglista de Coldplay. Hay temas que ni siquiera habían sido sencillos en su momento, que no tenían hueco en los conciertos, y que ahora en ‘Diez' 'cobran una luz y un protagonismo distinto' como es el caso de ‘No hay más' (single) o ‘Irremediablemente Celos'. También el autor de ‘Devuélveme la vida' ha tenido malos momentos y canciones que pensaba 'que lo eran todo y no fueron nada'. Ha asumido los errores y escuchado a su público para este proyecto en el que recopila viejos temas e incluye alguno que otro inédito.

'Hace diez años estaba con ‘Un reloj y una vela' en una compañía independiente muy pequeñita, y hoy estoy con ‘Diez' en una de las más grandes del mundo', responde Orozco cuando se le pregunta por el paso de esos años en su carrera profesional. El enfoque ha cambiado también: 'Entonces pretendíamos conseguir el favor de los oídos de la gente de mi barrio, de mi ciudad y después de mi país; ahora trabajamos en 18 países a la vez'.

Antonio Orozco opina que los músicos jóvenes necesitan 'espacio y credibilidad', y ser los primeros en decir a las compañías 'no', cuando lo que quieren hacer no es el proyecto que ellos desean. 'Yo ya tenía 28 años y no era un cantante al uso, tenía muy claro qué sonido quería, solo me faltaba encontrar a la persona adecuada que quisiera producirla', recuerda.

Y ahora con la crisis ¿da miedo dedicarse a la música? 'No más que hacer cine por ejemplo', responde Orozco. Con su característica positividad existencialista, el cantante explica que se trata de 'dar soluciones a momentos difíciles' y un ejemplo es su nuevo disco. 'Diez ha conseguido con un presupuesto reducido, nada comparable al de años anteriores, un elenco de grandes músicos y generar emociones', explica y añade: 'Es el mejor álbum de mi vida'.

Orozco ha sido testigo de cómo las compañías discográficas se rendían ante la crisis, las nuevas tecnologías y la piratería. Diez años en los que la industria ha cambiado. 'Las cosas se rompieron por la mitad, antes se vendían 600.000 copias, algo impensable hoy ni con el mayor de los éxitos', explica. Pero, según Orozco, la venta de discos baja para que algo suba, los conciertos, que ahora son 'más y de mejor calidad'. 'Como en cualquier otro negocio, todo el mundo ha buscado la fórmula para buscar su vía de supervivencia', resume. 'Me niego a pensar que aquí se acaba todo, yo busco soluciones como cualquier padre de familia', afirma.

De la mano de Luis Fonsi en el tema Ya lo sabes, Antonio Orozco ha conseguido meterse en el mercado Latinoamericano donde lleva más de ocho meses de intensa gira promocional. Tiempo que ha utilizado para reflexionar y analizar todo lo que le ha pasado en 10 años y de lo que no se dio cuenta.

Se ha descubierto a sí mismo tendiendo siempre al flamenco. 'Soy hijo de andaluces y tiendo a los acordes menores, eso hace que mi música tenga esa cadencia oscura', explica el músico. Acordes que venían de malagueñas, una granaina, una seguiriya... 'Diez es muy flamenco, pero abierto a los oídos de todo el mundo, más que los discos anteriores'.
Lo de siempre. Amor. La vida. El mundo. 'Son cosas tan normales como el simple hecho de estar vivos', explica Orozco, que cree que no hay otro hilo que ese para estar en contacto con el público porque 'todos' sentimos lo mismo. 'Contar las verdades del barquero es lo que nos ha permitido estar aquí', recuerda el catalán. No hay coraza alguna en sus temas, solo hay que leer Devuélveme la vida: 'Un tipo que pide perdón, sin más, eso nos acerca a la gente'. Asume que él no vende su imagen, ni tiene un 'superplan de marketing', solo contacta -a través del directo sobre todo, más de 1300 conciertos- con su público.

En momentos de crisis como la actual, Antonio Orozco cree que los músicos tienen que utilizar 'su posibilidad de comunicar'. A través de la música, la palabra y los actos. 'La ayuda de los artistas es comedida y práctica. De repente decir una frase en una entrevista puede conmover la conciencia de alguien', explica el cantante, presidente de la ONG Voces. 'Tenemos la obligación de saber del mundo en el que vivimos y sus necesidades'.

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