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Caballero Bonald: "Era mi turno"

El Cervantes le 'cura' un catarro al poeta, quien ha recibido el premio feliz y orgulloso

ANA MENDOZA (EFE)

El escritor José Manuel Caballero Bonald lleva varios días 'enfermo y griposo', pero la noticia de que ha ganado hoy el Premio Cervantes lo reanimó de golpe y le quitó casi el catarro. Son más de 64 años dedicado a la literatura y este galardón lo llena de 'orgullo'.

'Era mi turno. Me honra que un jurado haya decidido que mi obra merece ser reconocida en su conjunto', le decía hoy a Caballero Bonald minutos después de saber que había ganado a sus 86 años el premio más importante de cuantos se conceden en lengua hispana.

Feliz y tranquilo, como si la cosa no fuera con él, el escritor habló sobre el premio y sobre su obra en su casa de Madrid, que poco a poco se vio invadida por periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, y en la que los teléfonos -el fijo y el móvil- no paraban de sonar. El contestador echaba chispas. Pepa Ramis, la mujer del escritor y la que durante toda la vida le ha 'ayudado mucho a no perder el norte', se las veía y deseaba para atender las llamadas, agradecer las felicitaciones y poner un poco de orden en las peticiones de entrevistas. 'Este año yo creo que me correspondía por la edad. Era mi turno. Me ha animado un poco porque, como ando mal de salud, me ha estimulado', aseguraba el ganador.

Caballero Bonald afirmó que el premio Cervantes 'es la meta y la más ilustre posibilidad de ser reconocido. El hecho de que un jurado de repente entienda que tu obra de alguna forma representa a la literatura en lengua española contemporánea, pues realmente despierta un profundo sentido de gratitud'. El escritor jerezano no paraba de bromear con su edad. 'Soy el escritor más viejo que existe en cualquier parte', decía Caballero Bonald, socarrón como siempre.

El nuevo Premio Cervantes tuvo palabras de elogio para algunos de los candidatos que había este año, en especial para Juan Goytisolo, a quien se siente 'muy próximo ideológicamente' y ha estado 'siempre muy cerca de su obra', y para Martín de Riquer, 'maestro de cervantistas' y que, 'sin duda alguna, no hay premio más adecuado que ese para él'.

Caballero Bonald es poeta, narrador, ensayista y memorialista, pero nada hay como la poesía para él. 'Es lo más importante que he hecho en el campo literario', aseguraba el escritor, que está especialmente orgulloso de su último poemario, Entreguerras (Seix Barral), que 'elude las fronteras de los géneros'. 'Ese libro es poesía, es narrativa, es memoria y es ensayo. Todo esto está más o menos orientado con un lenguaje tumultuoso, con una respiración poética profunda, con unos versículos largos, de sostenida intensidad y donde he ido situando fragmentos dispersos de mi biografía', señaló.

'En conjunto, creo que es un libro que voy a recordar y que también se va a recordar con cierto interés', dijo Caballero Bonald, que ha ganado premios como el Nacional de las Letras, el Nacional de Poesía, el Andalucía de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Federico García Lorca y, en tres ocasiones, el de la Crítica. Siempre se ha considerado un 'poeta discontinuo e intermitente', pero, desde que publicó en 2005 ese grito de insumisión que es 'Manual de infractores', galardonado un año después con el Nacional de Poesía, parece haber encontrado las energías suficientes para seguir escribiendo.

'Se sacan fuerzas de flaqueza. Yo creo que ya no escribiré ningún libro más. A mi edad, no me puedo plantear un libro a largo plazo, ya no tengo tiempo', afirmaba el escritor. Pero deja la puerta abierta a que, 'si de pronto viene algún poema' y se le 'aloja en la memoria un posible poema a partir de un primer verso seductor', seguirá haciéndolo, 'naturalmente'.

'La vejez te hace pensar que ya se te pasó la edad de hacer poesía, aunque yo sigo haciéndola', añadió el nuevo Premio Cervantes, que ya no puede pensar 'en escribir una novela o un ensayo largo'. Lástima que sea así, porque su obra narrativa y sus memorias son también excelentes.

Pero la poesía es distinta: 'Un poema se escribe fugazmente: llega fugazmente y se escribe en un momento. Se corrige despacio, pero el principio es una iluminación, un posibilidad de descubrir algo que ignorabas', comentó el Premio Cervantes entre llamadas y llamadas de teléfonos. El escritor ha reconocido que le ha extrañado ganar el Cervantes este año con un Gobierno del Partido Popular, porque pensó que él no era 'muy del gusto' de este Ejecutivo, pero ha agradecido al jurado que haya tenido en cuenta su obra.

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