Cargando...

¿Qué fue de la canción protesta?

'Público' consulta a músicos de diferentes géneros sobre la aparente ausencia de canción crítica en unos días de crisis, recortes y descontento, mientras los movimientos sociales como el 15-M toman la dela

Publicidad

Cierra los ojos y concéntrate. Piensa en algún solista o grupo de la actualidad que se caracterice por unas letras con contenido social y crítico con el sistema. Es muy probable que te sobren dedos de las manos al hacer el recuento. Al menos ésta es la conclusión a la que han llegado diferentes músicos en la actualidad consultados por 'Público' sobre la ausencia aparente de canción protesta. Lejos queda ya aquella hornada de cantautores que cantaban a la libertad en contra de la dictadura de Franco. Lluis Llach, Serrat, Raimon o Paco Ibáñez son sólo algunos de los precursores de la denominada canción protesta en España. Canciones de un gran contenido reivindicativo cuyo origen se sitúa en Estados Unidos en la década de los 40, de la mano de músicos como Woody Guthrie, considerado el padre del género.

Publicidad

"Hay una deuda muy grande en la canción de autor. Ahora se habla de lo social desde el punto de vista de las relaciones amorosas. Las canciones están centradas en los sentimientos". Son palabras de Marwan, uno de los abanderados de la nueva generación de cantautores 2.0. Músicos jóvenes que basan su éxito en el boca a boca, en letras trabajadas y que consiguen la heroicidad de vivir de la música sin sonar en las radios. Una canción de autor en la era de Internet que ya poco tiene que ver con los conceptos que evocan la vieja etiqueta del cantautor. El músico hace autocrítica: "Estamos muy anestesiados por el consumo. La religión de hoy en día es tener cosas, consumir. La razón puede ser que estamos acomodados. Vivimos anestesiados por los mecanismos de poder", explica.

Click to enlarge
A fallback.

Rafa Pons, músico catalán, coincide en que "la reivindicación ha pasado a un segundo plano". Sin embargo, aclara que el lenguaje también ha cambiado. "En mi caso, hablamos de cosas muy cotidianas. Si hablas de hacer botellón también estás hablando del que no tiene dinero. En mi caso intento no ser panfletario, hablo de la Play Station, del amor, o de cómo de jodidas están las cosas. La paz o la libertad son conceptos que no nos ha tocado vivir", explica el cantautor. A Pons la canción vinculada a la política le genera escepticismo, prefiere la autenticidad del que cuenta cosas. "Kiko Veneno o La Excepción se han ganado su verdad de contar las cosas. No es el momento de ideologías sino de personas. Gente que se queje de lo que está pasando sin ninguna bandera", añade Pons. Lo dice hasta el propio Luis Eduardo Aute, miembro de honor de aquella generación histórica de cantautores: "La mejor canción protesta es la canción hecha con honestidad". Es el mismo argumento que emplea Sabino Méndez, compositor de los grandes éxitos de Loquillo junto a los Trogloditas: "Después del siglo XX no sirve simplemente la rebeldía del predicador laico, eso ya no funciona. Hay que buscar nuevas maneras para que toda esa rebeldía pueda incidir en la sociedad y el rock entre los jóvenes sigue funcionando en este sentido".

Violadores del Verso: "Somos de barrios obreros y nos jode ver que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres"Sin embargo, los músicos coinciden en que hoy en día este tipo de canción sigue de algún modo vigente, de la mano de gente como Ismael Serrano o Pedro Guerra, y sobre todo de los raperos. "En la música que consume la gran mayoría de la gente no se hablan más que de letras sin contenido. La gente no quiere pensar a la hora de escuchar música. Quieren escuchar la letra fácil de mueve tu culo en la pista de baile y poco más. Es así de triste", explica Sho-Hai, de los Violadores del Verso, uno de los grupos más comprometidos con lo que está pasando en la calle. "El rap y otras cuantas músicas que decimos verdades están vetadas en esas radios y televisiones, porque somos políticamente incorrectos", explica. "Somos de barrios obreros y nos jode ver que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres", continúa: "Los políticos nunca nos han gustado. Mienten más que hablan, y eso hay que decirlo, en las letras o manifestándose en las calles o de la forma que sea", concluye. Otro de los grupos que abanderan la canción crítica es Ska-P. "En momentos como estos debería de haber mucha más protesta social y política por parte del mundo de la cultura en general", explica PulPul, líder de la banda, a Público.

Publicidad

Ska-P: "Sólo van a poder disfrutar de la música en directo los seguidores de Bertín Osborne"Pedro Guerra, uno de los cantautores que desde un inicio ha trabajado la canción con contenido social, considera que este tipo de composición nunca se dejó de hacer. ¿El problema? Que ahora "no tiene relevancia mediática". La capacidad de trascender es más limitada, explica. Loquillo, icono del rock en España, ve presente la canción protesta pero sin caer en el error de pensar que vayamos a volver "a la gloriosa etapa de Paco Ibáñez, ni pensemos que la única que la pueden hacer (la canción protesta) son los cantautores". Es cierto que falta cierta actitud en la música pero es que las radiofórmulas han hecho mucho daño en este país. Yo he vivido eso", denuncia. El Loco considera que "los grupos que pueden ser un poco más incisivos son apartados. Claro que hay gente que te dice qué está pasando en la calle, pero desaparecen". El líder de Ska-P se muestra muy crítico en este sentido: "Es cierto que la estafa financiera y las políticas de recorte de estos gobiernos neoliberales silencian de muchas formas a los más contestatarios. No hay conciertos. Y encima suben el IVA al 21% en las entradas, sólo van a poder disfrutar de la música en directo los seguidores de Norma Duval y Bertín Osborne, que al final es lo que pretende este Gobierno". Javier Liñán, cazatalentos y jefe de El Volcán Música, que cobija grupos como Los Planetas o Los Delinqüentes, sí que echa en falta "un relevo generacional" que sorprenda y se comprometa con su música. Reconoce sin embargo que los músicos lo hacen de un modo privado, pero no con sus canciones.

Los músicos consultados por Público coinciden en que hoy en día no se podría repetir una generación de cantautores como la de antaño, ya que tanto el lenguaje como el contexto han cambiado. "Antes había un interés en aglutinar la voz del pueblo", explica Marwan respecto a las apuestas que realizan hoy las casas discográficas. "Además, el enemigo entonces tenía cara y era mucho más visible. Era la dictadura. Franco. Ahora es la clase política, aliada con los banqueros. El poder establecido ejerce un mecanismo más sutil", culmina.

Publicidad

Pedro Guerra: "Ahora es importante el movimiento en sí, no si va acompañado de nombres"En el ámbito internacional, la canción con contenido social sigue vigente de la mano del incombustible Bruce Springsteen, algunos discos cargados de rabia como el American Idiot de Green Day o algunos retazos críticos de grupos como Muse, entre otros. Precísamente su líder, Matt Bellamy, se quejaba en una reciente entrevista para Rolling Stone de la falta de compromiso social en la música actual. Un dardo que apuntaba hacia gente como Coldplay, Jay-Z o Rihanna. "No siento que estén mostrando ninguna sensibilidad con lo que está sucediendo. Springsteen es el único, tal vez. Mi gran decepción en este aspecto es Rage Against The Machine, ya que es una gran banda política y han estado muy callados. No será porque no haya motivos para movilizarse. En los 90 hicieron una gran labor, y ahora todo es peor. Esperaba que ellos dijeran algo", brama Bellamy. Una crítica que quizás puede parecer injusta si tenemos en cuenta que Tom Morello, guitarrista de dicha banda, estuvo presente en el movimiento Occupy L.A, demostrando que las formas de compromiso del artista también están cambiando.

Lo reafirma Servando Rocha, escritor, activista, músico, figura del punk español y editor, el cual considera que "las formas de protestas han ido cambiando. La canción protesta tenía sentido en un determinado contexto. Ha pasado con Russian Red al decir que era derechas. La propia contracultura ya no tiene un contenido de rechazo al sistema. El escenario ha cambiado mucho y lo que antes servía ahora ya no sirve".

Publicidad