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Una cantante de jazz entre Obama y Clooney

Dianne Reeves, musa de 'Buenas noches y buena suerte', de gira por España

PEDRO CALVO

Oficiar de diva fuera del escenario no va con Dianne Reeves. Estamos en el Festival de Jazz de Vitoria. Al taxista que la llevó al polideportivo Mendizorrotza el pasado jueves sólo le pidió una cosa, que apagara el aire acondicionado y abriera la ventanilla. Todo con una sonrisa luminosa.

Frente a las fantasías que se puedan tener sobre los caprichos de una gran dama del jazz, Dianne pone el contrapunto de la naturalidad. Hace lo que haría cualquier personal normal: esperar su turno de actuación disfrutando con el saxofonista que le precede, Joshua Redman y su colosal tormenta de pasiones. Dianne Reeves masca chicle como una admiradora más, sentada en las gradas y moviendo la cabeza al compás, atenta, como un aficionado más.

'George me pidió que interpretara las canciones como si fueran diálogos'

Dianne Reeves (Detroit, 1956) tocará poco después las canciones de su último disco, When You Know, jazz de tiros largos, con cadencias brasileñas y una voz precipitándose por los vértigos del canto africano, con ecos del guaracheo cubano. Un jazz abierto a la sorpresa, porque la señora que acaba de disfrutar en la sombra con Joshua Redman es una artista con múltiples recursos musicales. Dianne arremete también con la balada The Windmills of You Mind, aquel viejo tema de película con el gran Steve McQueen dominando la pantalla.

Y con Dianne hablamos de películas, del papel de glamourosa cantante de jazz en que la colocó George Clooney en su exitoso filme Buenas noches y buena suerte (2005). 'George Clooney, cuyo padre fue periodista, tenía una historia de amor con el reportero Edward R. Murrow, el hombre que desmontó el tinglado del senador Joseph McCarthy. La música era fundamental, porque Clooney necesitaba poner algo más ligero en una historia tan seria. Que me dirigiera George fue fantástico. Tuve que interpretar las canciones como los actores interpretaban los diálogos del guión. ¡Qué mujer no estaría encantada de estar a las órdenes de George Clooney! Ese hombre tan inteligente, tan directo, tan gracioso, diciéndome a mí lo que tenía que hacer. Eso fue maravilloso, obedecer a ese hombre tan guapo por fuera y por dentro', recuerda Dianne.

'Me gusta cómo se maneja el presidente en aguas turbulentas'

En el jazz buscaba Dianne la libertad como forma de expresión total: 'Era lo que a mí me gustaba. Y eso es lo que he encontrado en el jazz. Mi vida fuera del escenario es real, muy real, igual a la de cualquier persona normal: río, lloro, amo, disfruto, duermo... Y esa información sobre la vida real es lo que trato de recopilar y llevar al escenario. Quiero convertir en espectáculo las cosas que amo. En el escenario dejo que hable el corazón'.

Inmersa como está en la realidad, Dianne se conmueve al hablar de cómo gestionamos nuestro día a día. 'La música es un remedio contra la crisis. La crisis económica está afectando totalmente a los músicos de jazz. Yo quiero que la gente, que está deprimida, que puede no estar en su mejor momento, venga a disfrutar con mis conciertos. Quiero dar a la gente lo que el dinero no puede dar: arte y amor. Pero las localidades cuestan dinero', razona.

Mujer de emociones fuertes, Dianne sintoniza con los espíritus con carácter. Tiene palabras de reconocimiento para su presidente: 'Obama se ha encontrado con un desastre y me gusta su forma de navegar con calma en estas aguas turbulentas. Es un hombre de carácter, con una columna vertebral de titanio. Obama no es un hombre de la rabia y el grito, de pataletas. No es un hombre que se rompa. Y le gusta el jazz. Yo he votado por él una vez y volveré a hacerlo'.

El público de Vitoria botó a conciencia durante el concierto de Dianne Reeves. Otra manera de votar.

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